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¿Conoces mi último libro?

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Edificis Catalans amb Història (2023)

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Ferran Adrià, el genio hospitalense de los fogones

Crisis, conservacionismo y hambre.

La crisis está afectando duramente a todos los sectores de este país. El reventón de la burbuja inmobiliaria ha provocado la crisis más fuerte desde la Guerra Civil y todo el mundo está deseando salir de ella. Sin embargo, si lo cogemos con un poco de perspectiva, esto simplemente puede ser la antesala de un auténtico desastre planetario. Y es que, en cuanto se acabe el petróleo -que se acabará- , váyase olvidando de recuperar las comodidades de que ha vivido hasta ahora, ya que la preocupación última será la de llevarse algo a la boca. ¿Catastrofista? Eso también se lo decían a los que predecían el colapso inmobiliario en 2006-2007 y fíjese por donde andamos cinco años después...

Cuando usted va a un supermercado a comprar fruta, tiene un gran surtido proveniente de todo el mundo a unos precios más o menos asequibles. Si miramos en el mercado de las manzanas (si, soy manzanívoro, ¿qué pasa?) lo primero que choca es que el producto más barato es, justamente, el que se produce más alejado, es decir la típica bolsa de Royal-Gala de un kilo proveniente de Chile. Si por el contrario, queremos algo más cercano, por ejemplo de las huertas de Lérida, el precio es muy superior, e incluso, a veces, el doble. ¿El mundo al revés?¿O qué está pasando?. ¿Cómo puede ser más barato un producto traído desde los confines del mundo que uno traído desde aquí al lado? Los inmensos volúmenes transportados y el precio asequible del transporte gracias a un petróleo barato tienen la clave. Ello provoca que mientras tengamos nuestras neveras llenas, no debamos preocuparnos por el uso de tierras de cultivo y las podamos utilizar para cosas tan básicas como construir pisos o casinos diversos.

Pero... ¿qué pasaría si esa circulación de mercancías se cortara de raíz debido a que los transportes se hicieran suficientemente caros como para no ser rentables? Tendríamos que abastecernos de nuestras fuentes más cercanas, claro... ¿pero cuales?¡Si todas las tierras de cultivo válidas a un paso de la gran urbe están bajo un palmo de cemento y asfalto! Los precios de los productos perecederos sufrirían una subida espectacular y la gente, en las ciudades, tendrían serios problemas de suministro y, como pasó en la antigua Unión Soviética cuando la caída del muro de Berlín, la gente tendrá que volver al campo si quiere seguir con vida: la ciudad, en época de crisis, es una ratonera. Lo peor es que, según parece, este escenario ya se está produciendo y la actual crisis no sería más que uno de sus síntomas.

Efectivamente, la máxima producción del petróleo se alcanzó en 2006 (según la OPEP y la petrolera BP) y desde entonces, a pesar del continuo aumento de la demanda, no ha habido aumento de la producción y sí un aumento considerable de los precios de los combustibles en todo el mundo. Para más INRI, los países maquillan sus reservas por simple estrategia política y los pocos descubrimientos de nuevos campos que se producen no son lo suficientemente importantes como para poder asegurar a medio plazo el actual consumo de la población mundial. ¿Que tenemos biodiesel? Bueno... si tuviésemos toda la superficie cultivable de la Tierra dedicada a la producción de biodiesel, necesitaríamos 4 planetas para satisfacer el consumo a día de hoy... o sea que usted verá. Por desgracia, el desarrollo actual de las energías renovables es insuficiente para sustituir de forma rápida el demencial consumo de la población mundial, por lo que más pronto que tarde las importaciones de larga distancia se volverán inasequibles para productos de bajo valor añadido.

Pero ya no solo afectará a la importación en masa de productos agrícolas, sino que afectará directamente a la producción agrícola, porque a pesar de que tenemos en mente que el petróleo se utiliza como combustible o para la producción de plásticos, su principal uso es para la generación de fertilizantes... ¿y como se puede aumentar la producción de alimentos para una población que suma mil millones de almas cada 10-12 años si no se dispone de capacidad de fertilización barata a nivel planetario? Patada adelante y ya veremos lo que nos encontramos, o lo que es lo mismo... "el que venga detrás, que arree". El problema puede ser que no sean nuestros hijos los que lo padezcan, sino que es posible que seamos nosotros mismos los que "disfrutaremos" de haber escondido la cabeza cual avestruces simplemente por comodidad y volvamos a escenarios de hambruna no tan lejanos en el tiempo como los de la posguerra española.

Es en el contexto de "la que va a caer va a ser menuda" que se hace vital que la propia sociedad civil vele por su independencia de recursos, ya que el "inmediatismo" de las clases dirigentes (preocupadas únicamente por mantener su sueldo durante 4 años más) no permitirá hacer ningún movimiento que a medio o largo plazo pueda aliviar a la población de los daños que una situación como la descrita pueda provocar.

Por ello, el trabajo de preservación de los ecosistemas naturales y la cultura y paisajes humanos tradicionales que ya se está produciendo a nivel local (Salvem Montserrat, Salvem el Gaià, Salvem la zona AgricoLHa, etc...) para arrancar a la especulación urbanística miles de hectáreas fértiles y evitar la destrucción del territorio son de vital importancia para asegurar en un futuro no muy lejano los recursos naturales que necesitaremos, más que nada porque en una tierra de 10.000 millones de personas en 2054, quien tenga recursos, será y quien no, simplemente no será.

En definitiva, más vale que consideremos que el "crecimiento" humano no puede ser jamás indefinido en una Tierra de recursos limitados y próximos al colapso, y actuemos en consecuencia, porque en el momento que la cosa vaya a malas -que ya bastante mal van- , todo van a ser lamentos y, en esto, cada uno de nosotros tendremos nuestra parcela de responsabilidad.

Aprenda a usarla. Esta será la Wii del futuro.

Comentarios

miguel ha dicho que…
Recuerda también el macro-proyecto de Eurovegas, que se nos quiere cargar el Delta, la zona agrícola por exceléncia de Barcelona, a un paso de Mercabarna, y que bien gestionada por los que proclaman la SOBERANIA ALIMENTARIA, seria nuestra principal fuente de productos vegetales, regada por el hermano menor del Canal, ay!, nuestro Canal de la Infanta!.

Bien hablao!", como dirian los mañicos, también amenazados por el proyecto del macro casino en su dia.
Anónimo ha dicho que…
és curiòs el que dius de les pomes... igual passa amb el peix.

una abraçada
Anónimo ha dicho que…
disculpa aquests dos anònims, soc david fluxà
Ireneu Castillo ha dicho que…
Miguel, no me olvido de Eurovegas! Si te fijas en uno de los enlaces está enlazado con una noticia de La Vanguardia. Evidentemente, el Canal de la Infanta y su agua, la cual riega la zona de Cal Trabal, son otro de los actores en esta tragedia que nos hacen interpretar.

David, en quant que he vist un peix rondant no se perquè m'he imaginat la teva signatura. De fet, com peti aquesta bombolla alimentària, al final els Bous d'arrossegament, hauran d'anar amb veles o rems. ;-)
Sonia ha dicho que…
Pero qué nos pasa? Por qué no despertamos ya????

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