 |
Un bello casuario |
Cuando los aliados durante la Segunda Guerra Mundial ocuparon la isla de
Nueva Guinea, se les previno especialmente sobre dos amenazas: la primera, contra los soldados japoneses que pudieran encontrarse y la segunda, que por nada del mundo se acercaran a... ¡
un pájaro! Efectivamente, después de los soldados enemigos, la segunda cosa a la cual tenían que tener un cuidado extremo era nada más y nada menos que un pájaro de poco más de 1 metro, pero letal como pocos por su
extrema agresividad, al cual se le ha dado la fama de ser el pariente más cercano de los
velocirraptores del jurásico. Me refiero al
casuario.
 |
Colorido, pero peligroso |
El
casuario (
Casuarius spp) es una ave corredora, pariente próxima de los avestruces y los emúes, pero un poco más pequeña que vive en las selvas húmedas de
Nueva Guinea y el norte de
Australia. Su agresividad y potencia es tanto más temida cuanto que esta ave
no se amilana ante la presencia humana, produciendo incluso
muertes documentadas... a parte de las que las leyendas de los pueblos indígenas le añaden en su haber.
 |
La hembra es mayor que el macho |
Este pájaro, si bien de natural
es tranquilo, se vuelve muy agresiva cuando es molestada o cuando está en período de cría y no duda en atacar a todo lo que se mueva dentro de
su territorio. Y claro... que te ataque un gorrión o una urraca, puede molestar, pero cuando un bicho de casi
60 kilos, capaz de correr hasta los
50 kilómetros por hora, se te viene encima, las consecuencias son de cualquier calibre menos leves. ¡Ah! Y no vale salir corriendo, porque te va a pillar seguro... ¡y va a hacer
pupa!
 |
Garras poderosas |
El gran arma del casuario son, justamente, sus poderosas patas de
tres dedos, las cuales provistas de unas uñas muy fuertes y largas (sobre todo la del medio, que llega a tener10 cm) las lanza contra el agresor con toda la fuerza del mundo. Pero no son solo las patas. Si se escapa del golpe de sus dedos
cortantes como dagas, aún le queda un pico duro como el acero que se clava como si fuera una lanza en el cuerpo de sus atacantes. De hecho, de sus ataques no se escapan ni los propios
cocodrilos, a los cuales son capaces de ahuyentar de sus nidos. Y, aunque parezca mentira, no se acaban ahí sus armas.
 |
No se arredra ante nada |
Para más inri, el
casuario tiene la capacidad innata de buscar (y de encontrar, que es peor) el
punto débil de su adversario, de tal forma que, en una situación de combate, si ve que no puede vencerte de cara, buscará los lados o la espalda de su contrincante hasta que doblegue. Ello hace que los cuidadores de esta especie de ave en los zoos se lleven
más de un susto cuando, creyéndose seguros con un rastrillo o un escudo, resulta que el casuario ha sido más listo que ellos y los ha encontrado.
 |
Temible contrincante |
Y no es para menos. En
1926, un par de hermanos de 13 y 16 años, no tuvieron otra ocurrencia que pretender matar a un casuario
a palos. Le metieron el primer bastonazo, pero en verse atacado, el animal se revolvió y tiró al mayor al suelo. El casuario, teniendo a su agresor a los pies, le propinó un
picotazo en el cuello que
le segó la arteria carótida. El hermano pequeño salió corriendo y el mayor, también tuvo tiempo de huir, pero sus heridas fueron demasiado graves y murió
desangrado. Una gamberrada muy inconsciente que acabó en tragedia.
 |
Vive en la selva húmeda |
En la actualidad, y a pesar de su aparente invulnerabilidad, los casuarios están amenazados de extinción y están estrictamente protegidos. La deforestación -vive exclusivamente en la cerrada jungla tropical-, la caza y las especies domésticas que atacan a sus nidos (sobre todo perros y cerdos) los están poniendo en serio peligro, en un claro ejemplo de que ni el más valiente de los animales se halla salvo de las barrabasadas del ser humano... aunque, eso si... ¡ojito con acercarse al pajarito!
 |
Cuidadito, que sé donde vives |
jolin no sávia de semejante pájaro es peor que Rajoy , menuda pieza , menos mal que no pienso viajar a su pais , espero que a él no m elo traigan al mio .
ResponderEliminarJajaja! Pues me parece recordar que en el Zoo de Barcelona hay un par de ellos, o sea que... atenta si se escapan! ;-)
ResponderEliminar