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| La Talaia |
Hacia el siglo XVI, la expansión del
Imperio Turco en el Mediterráneo y la debilidad de la defensa de las costas españolas permitió que los piratas
berberiscos atacaran con razias sanguinarias y violentas las costas catalanas (
ver Moros en la costa: La historia de los pueblos dobles del Maresme), entre ellas las del delta del
Llobregat. Esta amenaza constante hizo que algunas masías construyeran
torres de vigilancia para defenderse de estos ataques en la medida de lo posible. Así las cosas, en L'Hospitalet, a la salida del pueblo hacia Cornellà y aprovechando que la planicie del delta permitía una visión
sin obstáculos prácticamente hasta la playa, en 1587 se levantó una torre de planta baja y cuatro pisos junto a la masía
Can Modolell de la Torre, con la que comunicaba a la altura del primer piso.
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| Los arcos superiores fueron robados |
La torre, de planta cuadrada de unos 5,50 m de lado, llamada popularmente
La Talaia (La Atalaya, en castellano), fue construida con sillares bien escuadrados y rematada con una galería abierta a los cuatro vientos con arcos triples de medio punto. Galería que fue cubierta con un tejado a cuatro aguas. En 1972, la masía fue
derribada para abrir una calle (la calle Talaia) y hacer
pisos -¡cómo no!
ver La Talaia de L'Hospitalet, el símbolo inerte de una ciudad iconoclasta-, pero la torre, que era un patrimonio protegido, fue trasladada a la entrada de la
calle Xipreret (
ver La calle Xipreret, el emblemático corazón de L'Hospitalet), a un solar que correspondía al de otra casa antigua que también se había derribado y donde fue reconstruida piedra a piedra, siendo éste su emplazamiento actual.
El dato: Las arcadas que coronan actualmente la Talaia no son las originales, las cuales desaparecieron sospechosamente durante el traslado. La leyenda dice que se las puede encontrar coronando la fachada del Palau Maricel de Sitges.
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| Un símbolo de L'Hospitalet tanto para lo bueno como para lo malo |
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