 |
Una maravilla chapucera |
Cuando tenemos que remarcar una gran
chapuza marítima (
ver La US Navy, la Armada y la bochornosa buena puntería española), lo más normal es que nos venga a la memoria el naufragio del insumergible
Titanic o el papelón de la
Armada Invencible a la que vino la primera tormenta. Sin embargo poco nos podríamos imaginar que los suecos -esos que ahora son el paradigma del progreso humano- pudieran haber conseguido la proeza de hundir, al poco rato de hacer el viaje inaugural, el mayor barco de la flota sueca.
 |
Naufragio del Vasa |
Corría el día 10 de agosto de 1628, cuando el
Vasa, con sus 69 metros de eslora, sus 11.7 metros de manga, sus 52 metros desde la punta del palo mayor hasta la quilla y sus 64 cañones -que hacían de él el más potente galeón de la Armada sueca-, se disponía a realizar su primer viaje. Este galeón, con sus 1.275 m2 de velamen y 1.200 toneladas de desplazamiento, llevaba a bordo una tripulación de 145 personas y 300 soldados. Un auténtico
monstruo de guerra para la época hecho con la madera de más de 1.000 robles escogidos especialmente para su construcción.
 |
Viaje inaugural del Vasa |
Al poco de salir del muelle, una ráfaga de viento no muy fuerte
escoró el galeón, y aunque los tripulantes consiguieron corregir el rumbo, no pudieron impedir que una segunda ráfaga escorara de nuevo el barco permitiendo que el agua comenzara a entrar por las troneras de los cañones, haciéndolo hundir en pocos minutos. Desgraciadamente, murieron entre 30 y 50 personas a pesar de la cercanía a tierra.
 |
Gustavo II Adolfo |
No hace falta decir que el Rey
Gustavo II Adolfo estalló de júbilo cuando le notificaron el hundimiento, y en recompensa llenó de grilletes a los responsables del naufragio en espera del juicio que, curiosamente, duró tan solo un día. Y es que se demostró que fueron las modificaciones que había hecho
el propio monarca para que fuera el más temido barco de guerra, las que llevaron a su hundimiento. Evidentemente, en vista de la
cagada, se hizo la vista gorda y con un "aquí no ha pasado nada" se sobreseyó el caso. Pero... ¿qué pasó entonces?
 |
Se conserva el 95% del barco |
En aquellos tiempos, los constructores de barcos no tenían las técnicas para saber
matemáticamente si un barco sería estable o no tal y como lo haríamos hoy día, por lo que se guiaban por
plantillas de barcos que habían funcionado anteriormente e intentaban adaptarlas a las necesidades del momento (
ver El Tessarakonteres, el barco a remos más grande de la Historia). El rey, en su obsesión de hacer el no-va-más en galeones, decidió que el
Vasa tenía que tener una segunda batería de cañones por encima de la que le tocaba, de tal forma que, a pesar de las rectificaciones de contrapeso que se hicieron, el barco tenía el
centro de gravedad muy alto y volcó a las primeras de cambio, con las consecuencias ya conocidas.
 |
Esquema de la recuperación |
No obstante, el
Vasa es actualmente conocido porque en 1961 se consiguió extraer del fondo del Mar Báltico prácticamente intacto. Ello fue debido a que los moluscos que atacan la madera sumergida - los conocidos como
bromas (
Teredo navalis)- no viven en las aguas del Báltico debido a su baja salinidad (
ver Calígula y los desaparecidos barcos gigantes del Lago Nemi), convirtiendo al
Vasa, en el único galeón del siglo XVII que ha llegado hasta la actualidad y del cual se conserva el 95% de su material original.
 |
Una maravilla conservada |
Su belleza impresionante -se conservan incluso 700 esculturas en madera- puede ser observada en un museo que se ha construido en la isla de
Djurgården (cerca de Estocolmo) ex-profeso para acoger el
Vasa, habida cuenta los serios problemas de conservación que presenta después de 333 años bajo el mar y la excepcionalidad del descubrimiento.
En conclusión, que el poder ignorante de un monarca hizo del Vasa una bellísima chapuza que, gracias a la suerte, inició en el momento de su fracaso inaugural un viaje a través del tiempo que lo ha llevado hasta nuestros días para goce y disfrute de nuestros ojos.
 |
Una máquina de guerra convertida en máquina del tiempo. |
Art. Rev. 25/11/10 23:58 51v
Webgrafía
Según la información disponible en el museo parece que la causa del hundimiento fue la conjunción de 3 factores: las ráfagas de viento que mencionas, que llevaba mucho menos lastre del que hubiera debido (ahí me enteré de que los barcos a vela deben llevar lastre en el fondo para que el centro de gravedad esté bajo y se evite la excesiva escora) y que iba en plan exhibición, con las troneras abiertas y los cañones en posición de tiro. Al escorar en exceso por la falta de lastre entró agua a raudales por las troneras abiertas y se produjo el naufragio.
ResponderEliminarDe lo del rey no dicen nada, je, je...
Sea como fuere, he tenido el privilegio de verlo y es, realmente bellísimo. Impresiona que fuera un barco de guerra y que, no obstante, se pusiera tanto empeño en que fuera hermoso.
ResponderEliminar