Feliz Año Nuevo 2026

Y llegamos finalmente al último día de este atolondrado 2025 y nos preparamos para entrar en el que será, si no se gira la cosa, en el tan atolondrado o más 2026. Porque, seamos francos, el hecho de cambiar de fecha, sin cambiar las tendencias, es simplemente hacer números para que lo que venga sea, como mínimo, igual que lo que dejamos. ¿Que soy un muermo? Tal vez sí, pero si miramos atrás, en esta bitácora digital, hace 20 años que ya lidiábamos con la misma estupidez humana. Una estupidez que lo único que ha hecho es cambiarse el traje, ponerse de moda con el último complemento del momento, pero que, como la mona, por mucho que se vista de Armani, de Vox o de Custo Barcelona, la mona seguirá siendo... por mucho que nos pese. Y, corcho, ya cansa.

20 años llevo explicando la historia y lo que me envuelve en Memento Mori! y por más cabezas que he intentado cortar, por más que he hecho por que las cosas cambien intentando sacar de la ignorancia a quien se atrevía a leer estas letras, me encuentro que no hemos avanzado ni un milímetro. Igual, el hecho de que todo siga igual, es una buena señal, ya que significa que estamos conteniendo el avance de los jinetes del apocalipsis humano, pero se ha de ser de hierro para no bajar la guardia y, pese a todo, seguir picando piedra. O de hierro... o un inconsciente. Para mi dolor, posiblemente más de lo segundo que de lo primero.

En fin, que en estos días en que la televisión y las redes te machacan a base de decirte que la única forma en que serás feliz es comprando, comprando y comprando hasta que revientes y tengas que vivir bajo un puente (excepto en Badalona que ya, ni eso te dejan), ya cansa todo. Cansa tanta "fiesta", tanto juntarse porque toca, tanto regalar para quedar bien, tanta obligación vacía que en lo único que desemboca es en peleas familiares, indigestiones y gripazos en el mejor de los casos, que acabas del revés y viendo estas fechas como un auténtico suplicio más que en lo que la hipocresía de esta sociedad ha vendido como fechas de alegría y amor. ¿Le parece exagerado? Igual me quedo corto y todo.

Sea como sea, y como el título de este blog indica, la vida es un Memento Mori continuo, pero igual que no podemos esconder lo malo (porque lo tiene), tampoco podemos esconder lo bueno, porque lo tiene también. Una vida en la que no te puedes quedar con un único punto de vista ya que ni todo es bueno (tienes que ser consciente de lo malo), pero no todo es malo (ergo has de ser consciente también de lo bueno). Una ambivalencia en la que quedarte solo con lo bueno es tan enfermizo como quedarte exclusivamente con lo malo. Porque, os guste o no, nos guste o no, la moneda tiene siempre dos caras y el canto es una simple utopía.

En definitiva, que el próximo año será igual que todos, es decir, que tendrá cosas buenas que nos entestaremos en no dar importancia y cosas malas que nos parecerán el fin del mundo. Pero, sean unas o sean otras, solamente nuestra capacidad de resiliencia y de sobreponernos a lo que venga será la que nos haga avanzar. Y por eso, en el convencimiento de que hoy, igual que hace 20 años, no me leerá ni el tato, que os deseo mis mejores augurios para el próximo año. 

¡Feliz 2026!   

Con mis mejores deseos
Con mis mejores deseos (total, no me va leer nadie...)

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