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| El Turó del Castell y la silueta de Sant Baldiri |
Al llegar a
Sant Boi, el río Llobregat se ve frenado y obligado a realizar un prominente meandro al encontrarse con las estribaciones del pequeño
Turó del Castell (54 m de altitud). Este cerro, hoy incorporado dentro de la trama urbana de Sant Boi, forma parte del llamado
Garraf Negre (
El blanco y el negro, el atractivo bicolor del Parc Natural del Garraf) debido a su litología pizarrosa constituyendo -geográficamente hablando- la puerta de acceso al
Delta del Llobregat.
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| Iglesia parroquial de Sant Baldiri |
Sea como sea, en la vertiente de levante de esta colina, en lo alto del casco antiguo de Sant Boi de Llobregat, y con unas vistas privilegiadas de la parte inicial del delta, la iglesia de
Sant Baldiri es un gran punto simbólico, no solo para los
santboians (habitantes de Sant Boi), sino de todo el país, al acoger la tumba de
Rafael Casanova, el
conseller en cap (consejero jefe) durante el sitio de Barcelona de 1714 -
ver Atentados de Barcelona: la encomiable e histórica normalidad de los barceloneses.
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| Restos de la iglesia románica |
Levantada en estilo barroco entre 1710 y 1752, aprovecha los muros de la antigua iglesia románica del siglo XI (se pueden ver restos en su fachada oriental) que reaprovechaba a su vez una antigua cisterna romana que daba servicio a las
termas de Sant Boi (
ver Las Termas Romanas de Sant Boi, el preciado testimonio de una historia olvidada). Destaca su fachada de formas curvilíneas, su campanario octogonal y, si bien ha sufrido el expolio y el incendio varias veces, en su interior se puede contemplar el retablo de Sant Baldiri, obra gótica del pintor
Lluís Dalmau quien la realizó alrededor de 1450.
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| El Turó del Castell y el casco antiguo de Sant Boi |
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