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Masía Can Cortada |
Testigo del pasado agrícola de
Esplugues, Can Cortada es una de las
masías ancestrales mejor conservadas de la ciudad. Construida en una fecha indefinida, pero supuestamente en el siglo XV, era propiedad de Jaume Cortada, el primer barón de Maldà, que hizo una primera reforma en 1630. Con tres puertas adoveladas y varias ventanas de época setecentista (siglo XVIII),
Can Cortada destaca por su larga y blanca fachada rematada por una galería de 12 arcos de medio punto, producto de la reforma que
Rafael d'Amat i de Cortada, escritor conocido como
Baró de Maldà (
ver El Barón de Maldà y su Calaix de Sastre, la gran crónica de L'Hospitalet), hizo en 1768.
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Fachada trasera de Can Cortada |
Declarada Bien Cultural de Interés Local, hoy es una gran casa de campo majestuosa gracias a la reforma interior hecha por
Joaquim de Villalonga, conde de Sant Miquel de Castellà, alrededor de 1940, y que dio la imagen con la que podemos verla hoy. Como curiosidad destacar que fue desde la mina de agua de esta hacienda que, en el siglo XVIII, el Baró de Maldà llevó el agua hacia la
fuente del Repartidor de L'Hospitalet (
ver El Repartidor, la fuente en peligro por una planificación urbanística obsoleta) para dar servicio al pueblo pero, sobre todo, a
Can Xerricó, masía y tierras en el centro de la villa, que eran también de su propiedad.
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Fachada de Can Cortada en un Esplugues rural (1939) |
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