Crónica fotográfica desde el campanario de Santa Eulàlia de Mérida de L'Hospitalet

Iglesia de L'H-Centre
Iglesia de L'H-Centre
El pasado día 21 de octubre de 2025 tuve la oportunidad de subir al campanario de la iglesia de Santa Eulàlia de Mérida de L'Hospitalet junto a un par de compañeros de Perseu-L'H. Este campanario, de 58,63 m de altura (sin contar la veleta, que lo hace superar los 60 m), es muy visible -con permiso de los bloques de pisos- desde buena parte del Baix Llobregat. Sin embargo, y pese a ser ampliamente conocido es muy probable que nunca hayáis subido a este singular mirador hospitalense. Es por ello que he querido hacer una entrada de Memento Mori explicando esta particular visita, habida cuenta que, incluso pudiendo, llegar hasta arriba no es apto para los que tengan vértigo

Construcción de la iglesia de Sta. Eulàlia de Mérida (1940)
Construcción de la iglesia de Sta. Eulàlia de Mérida (1940)
Para empezar hemos de saber que la iglesia que vemos en la actualidad fue construida entre 1939 y 1947, para substituir la antigua, del siglo XVI, que había sido desmantelada durante el episodio anticlerical de principios de la Guerra Civil. Así las cosas, una vez acabada la contienda, las nuevas autoridades franquistas no dudaron en destinar lo que tenían y lo que no a levantar una nueva iglesia, encargando las obras al arquitecto municipal Manuel Puig i Janer. Obras que no se acabaron hasta el 1947, si bien la iglesia se inauguró aún a medias, el 19 de marzo de 1942. Inauguración que sirvió para traer las figuras sagradas que estaban en el Centro Católico (ver El Centre Catòlic, la popular entidad hospitalense con alma de templo) al haber ejercido este local de iglesia mientras que no se construía el nuevo templo.

Campanario de la iglesia de L'H-Centre (1970)
Campanario de la iglesia de L'H-Centre (1970)
Sea como sea primero se habilitó la nave central de la iglesia y, posteriormente, se acabó por hacer el campanario, debido a su monumentalidad. No en vano, está formado por un cuerpo de planta cuadrada de unos 7 metros de lado, sobre el que se superponen el cuerpo cúbico donde se ubican los relojes y otro cuerpo donde se encuentran las campanas. Por encima de éste se halla otro cuerpo cúbico un poco más pequeño, para acabar con un cuerpo superior (o linterna) de forma octogonal -el más pequeño de todos- sobre el que se sostiene el tejado en el que se instaló la veleta monumental en forma de ángel "trompetero" (tiene una trompeta, ¿no se ha dado cuenta?) que culmina el templo. Todo ello construido en tocho visto y en un estilo neorrománico bastante libre. 

Escalera interior del campanario
Escalera interior del campanario
El interior del campanario, como pertoca, reproduce la planta cuadrada exterior pero con una estrecha escalera construida en bóveda catalana que, subiendo en espiral, salva el desnivel hasta el cuerpo de los relojes. Escaleras que a media altura se encuentra con la entrada al coro de la iglesia. Si bien todo el templo está construido en obra vista, el interior está sin enlucir y construido de forma basta, lo que da una sensación de provisionalidad. Cabe destacar que en la pared norte del campanario se observa una estructura en forma de arco de medio punto cegado con ladrillos. Podría parecer una antigua ventana anulada, pero posiblemente sea un arco de descarga para aportar solidez y estabilidad al muro. A la escalera, que es ciertamente estrecha, en la última remodelación se le añadió una red de seguridad, ya que el sencillo pasamanos de madera no ofrecía mucha seguridad a quien subiera. No hace falta decir que la vista desde lo alto de la escalera no es apta para personas con vértigo.

Escalera en vuelta catalana
Escalera en "volta catalana"

Escalera de acceso
Escalera de acceso

Vista al vacío
Vista al vacío
Al llegar a la zona de los relojes, todo lo que era oscuridad se vuelve luminosidad. Y en ella encontramos el mecanismo del reloj original, el cual estuvo en uso hasta hace unos cuantos años, si bien se ve en muy buen estado. En la actualidad, la caja metálica que hay sobre el reloj antiguo es el reloj moderno. Totalmente automatizado y práctico, si bien exento del romanticismo de la mecánica antigua, da la hora a los cuatro relojes del campanario. La iluminación de las esferas desde dentro se realiza mediante 5 fluorescentes en cada una. Desde aquí accedemos al cuerpo de las campanas mediante una escalera de caracol.

Esfera desde dentro
Esfera desde dentro

Reloj antiguo
Reloj antiguo

El reloj antiguo y el nuevo
El reloj antiguo y el nuevo

Cuando llegamos aquí, vemos que solo hay dos campanas: una más grande situada al este (a levante) y otra al oeste (a poniente). La mayor, según consta grabado en la campana (donde también constan los nombres de los patrocinadores de dicha campana, entre ellos Tecla Sala), fue construida en el año 1942 y recibe el nombre de "Maria Tecla Raimunda". Por su parte, el yugo que sostiene la campana mayor es metálico, el cual sustituyó al de madera original posiblemente dañado por la intemperie. En el lado oeste se encuentra la segunda campana, más pequeña y con yugo de madera, la cual no parece tener un nombre definido, a falta de descifrar el texto que lleva grabado. Sea como sea las vistas, desde aquí, son espectaculares. 

Campana mayor
Campana mayor

Campana menor
Campana menor

Escalera de caracol
Escalera de caracol
Hacia poniente se ve todo el macizo del Garraf, Cornellà... y una lujosa piscina privada que llama poderosamente la atención ya que nadie diría que existe en un barrio como éste. Pero existe. Hacia el sur se divisa el Hospital de Bellvitge e incluso se ve parte del puerto interior. Desde aquí estando (el piso de las campanas) se accede a los dos últimos pisos por una atrevida escalera de caracol. El vértigo va haciendo mella en los expedicionarios.

Vista a la Pl. de l'Ajuntament
Vista a la Pl. de l'Ajuntament

Vista hacia el norte
Vista hacia el norte

¿Y esa piscina?
¿Y esa piscina?

El segundo cuerpo es un poco más pequeño que el piso de las campanas y alberga algunas antenas de telefonía móvil. Los arcos que adornan los espacios abiertos de este segundo cuerpo son una imitación (burda) del estilo románico y están construidos con ladrillo visto. Sea como sea, todas las aberturas del campanario están cubiertas con una red de seguridad que impide que salte alguien desde ellas y, sobre todo, entren las palomas, lo ensucien todo y hagan nidos. El mosén se ha quedado sin pichones para la comida. Se siente.

Segundo cuerpo
Segundo cuerpo

Acceso al cuerpo superior
Acceso al cuerpo superior

Asciendo al cuerpo superior o linterna que, a diferencia de los demás, tiene forma octogonal y es el más pequeño de todos. Al llegar arriba, veo que la construcción, a pesar de la reciente rehabilitación, se ve algo desgastada. El hecho de ser el piso más elevado y estar justo bajo el tejado pasa factura. No puedo, por menos, que pensar que estar aquí en un día de tormenta debe imponer... y no poco. La estructura metálica situada en el techo del último piso corresponde al soporte de la veleta con forma de ángel (el de la trompeta) que corona el campanario. Por su parte, el suelo está formado por una estructura de tramex que permite ver la altura a la que nos encontramos y los dos pisos por debajo. Por algo será que me han dejado solo subiendo hasta lo más alto. Por si se lo preguntaba, no, no sufro de vértigo (por suerte). 

Llegamos al último piso
Llegamos al último piso

No apto para vertiginosos
No apto para vertiginosos

La estructura se ve desgastada
La estructura se ve desgastada

Soporte de la veleta y el pararrayos
Soporte de la veleta y el pararrayos 

Hemos llegado a lo más alto y desde aquí se contempla la llanura del delta del Llobregat, el aeropuerto, el Splau, el campo del Espanyol... desde esta altura incluso L'Hospitalet parece ordenado y no el caos urbanístico que se puede ver a pie de calle. No puedo evitar pensar que el paisaje que debía verse durante los primeros años de la torre tenía que ser simplemente espectacular, si tenemos en cuenta lo que se puede ver hoy en día.

Vistas espectaculares
Vistas espectaculares

Desde aquí, L'Hospitalet parece ordenado y todo
Desde aquí, L'Hospitalet parece ordenado y todo

En definitiva, una experiencia muy gratificante que en mis 57 años de existencia hospitalense no había tenido la oportunidad de hacer nunca. Mis compañeros de Perseu no pensaron lo mismo, la cual cosa no quita mérito de que fueron capaces de llegar a donde llegaron cada uno de ellos. Y para acabar, un chafarderío: se comenta que Manuel Puig i Janer hizo también la iglesia de Cornellà y por las mismas fechas pero, como buen hospitalense, la hizo adrede 15 metros más baja para evitar que destacara más que la de L'Hospitalet.

Y es que, se quiera o no, la tierra tira mucho.

Mucho.

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