Buscar en este blog
Todo el mundo conoce el dicho latino de "Carpe Diem", pero casi nadie lo que le sigue: Memento Mori (recuerda que vas a morir). ¿Un olvido colectivo? ¿O el ciego que no quiere ver? Muchas cosas hay en esta vida dignas de olvidar y muchas otras dignas de que se sepan. Sea lo que sea, no te lo tomes muy en serio: Memento Mori!
Última entrada publicada:
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Escrito por
Ireneu Castillo
La mórbida culpabilidad del virus.
Un estudio realizado por científicos estadounidenses de la universidad de Wisconsin ha llegado a la conclusión de que la obesidad que viene padeciendo buena parte de los habitantes de EE.UU., y que se ha duplicado en los últimos 30 años, viene provocada por un virus, recomendando aparte de los habituales y manidos “comer menos” y “hacer más ejercicio”, el lavarse las manos. Y yo me pregunto… ¿en esto se gastan el dinero los científicos de aquel país? Todos sabemos desde hace años que están mórbidos por que les afecta un virus, pero posiblemente nosotros lo conocemos por otro nombre menos científico: gilipollez supina.
Es el colmo de la soberbia. Son tan inocentes en todo lo que hacen que incluso en el caso de ponerse morados a hamburguesas grasientas con manteca de cacahuete, si les engorda, la culpa no es de ellos sino de un virus -todavía desconocido- que se mete en su cuerpo y produce que desarrollen lorzas de tamaño descomunal. Se ha de tener poca vergüenza.
Resulta penoso comprobar cómo, si tienen un mal, lejos de querer ver la poco halagüeña realidad de que comen como cerdos, que tienen una dieta que da pena y que no menean una paja durante el día, prefieren automentirse que reconocer que algo están haciendo mal -para alegría de científicos becados y empresas farmacéuticas sin escrúpulos, claro. Lo peor de todo es que seguramente habrá muchos que crean que su obesidad realmente ha sido transmitida por dar la mano a algún otro obeso infectado, lo cual ya ronda la paranoia y sitúa el estudio en la delgada línea roja que separa la información veraz del Big Brother americano.
Sin embargo, cuan curioso resulta ver cómo el dicho virus engordante solamente se propaga en las sociedades ricas de la tierra y con preferencia, sobretodo, por aquellos individuos -de cualquier raza- sobrealimentados, mientras que en las zonas más pobres y depauperadas del planeta ese virus ni siquiera se asoma.
Y no se confundan. Los niños centroafricanos con aquellos vientres abultados no padecen el mismo virus que los estadounidenses. El suyo se llama MISERIA.
Es el colmo de la soberbia. Son tan inocentes en todo lo que hacen que incluso en el caso de ponerse morados a hamburguesas grasientas con manteca de cacahuete, si les engorda, la culpa no es de ellos sino de un virus -todavía desconocido- que se mete en su cuerpo y produce que desarrollen lorzas de tamaño descomunal. Se ha de tener poca vergüenza.
Resulta penoso comprobar cómo, si tienen un mal, lejos de querer ver la poco halagüeña realidad de que comen como cerdos, que tienen una dieta que da pena y que no menean una paja durante el día, prefieren automentirse que reconocer que algo están haciendo mal -para alegría de científicos becados y empresas farmacéuticas sin escrúpulos, claro. Lo peor de todo es que seguramente habrá muchos que crean que su obesidad realmente ha sido transmitida por dar la mano a algún otro obeso infectado, lo cual ya ronda la paranoia y sitúa el estudio en la delgada línea roja que separa la información veraz del Big Brother americano.
Sin embargo, cuan curioso resulta ver cómo el dicho virus engordante solamente se propaga en las sociedades ricas de la tierra y con preferencia, sobretodo, por aquellos individuos -de cualquier raza- sobrealimentados, mientras que en las zonas más pobres y depauperadas del planeta ese virus ni siquiera se asoma.
Y no se confundan. Los niños centroafricanos con aquellos vientres abultados no padecen el mismo virus que los estadounidenses. El suyo se llama MISERIA.
Claro ejemplo de inmunidad al virus de la obesidad. |
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Archivo de Memento Mori
Archivo de Memento Mori
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
- La mórbida culpabilidad del virus.
- Kioscos de insalubridad pública
- Hoy, cuento: El suéter.
- Moralidad sin autoridad.
- El Show del Tomate Político
- Problemas democráticos
- Hoy, cuento: El buzón
- Novicio al volante, susto al instante.
- El brillo de la ausencia.
- Corre,corre, que viene la OPA.
- Aberraciones de oro.
- Los gases de San Presupuesto.
- Justicia de sevillanas y bandurrias
- Plusmarcas de moralidad
- La bananera imbecilidad golpista.
- El carbón de los Reyes.
- La OPA desde la barrera
- Un país, dos lenguas.
-
Más en Memento Mori!
Te recomiendo...
Escrito por
Ireneu Castillo
La riada de 1971 o la mayor avenida jamás registrada en el Baix Llobregat
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Escrito por
Ireneu Castillo
Los torrentes, el peligro agreste que une Esplugues y L'Hospitalet
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
sin duda es un virus con síntoma como el de la gilipollez, de la insolidaridad, de la ceguera, de la falta de humanidad y síntomas similares
ResponderEliminar¿ Y a esos investigadores quien cojones los subvenciona para que puedan perder el tiempo en eso?
ResponderEliminarpues claro que es un virus!! y creado y propagado por bin laden en su laboratorio secreto de las montañas de Afganistán. Por eso sólo afecta a los EEUU.
ResponderEliminarIreneu, suelo leer tu blog y darte la razón en la mayoría de las cosas que publicas, pero el de hoy es claramente demagógico. El mencionado estudio no culpa de la obesidad en los EE.UU. a un virus, sino que estudia el potencial lipogénico de ciertos adenovirus: la exposición a ciertos virus a un grupo de animales (casos) hizo que desarrollaran mayor tejido adiposo que el grupo de animales control, siendo la alimentación la misma. No saquemos las cosas de quicio
ResponderEliminar¿demagogia?¿que no saque de quicio las cosas? Pues explícame entonces para qué sirve el estudiar el potencial lipogénico de ciertos adenovirus.
ResponderEliminarO mejor dicho... no me lo expliques a mi, explícaselo al hombre de la foto.
¿¿donde está el quicio??
¿Para qué sirve estudiar el átomo? ¿Para qué sirve estudiar las estrellas? ¿Para qué sirve estudiar las rocas? En realidad, preguntas, ¿para qué sirve estudiar cualquier cosa que no tenga una aplicación inmediata y evidente?
ResponderEliminarLa obesidad mata. Los fallos cardiovasculares son una de las primeras causas de muerte. Y no, no sólo se produce por gula o por comer demasiado. Hay desórdenes metabólicos que la causan, comas lo que comas; tendencias genéticas, etc... Si estos estudios ayudan aunque sea mínimamente a entender más su mecanismo de acción, servirán para algo
La pobreza requiere medidas más enérgicas que recortes en investigación, de hecho puede ser hasta contraproducente. Es la ciencia la que ha hecho posible que, hoy por hoy, pudiera haber comida para todos. Si no es así, por desgracia, se debe más bien al egoísmo intrínsico del ser humano
Amigo Mendeye, ahora no me acuses de una cosa que estás haciendo tú mismo, porque sabes que no es eso lo que critico. Yo critico que se dedique dinero para investigación cuando el fin de esa investigación es, simple y llanamente, el abrir una linea de mercado, quitando recursos -no pocos- a males endémicos muchísimo más peligrosos hoy por hoy para el conjunto de la humanidad que el virus lipogénico.
ResponderEliminarEso es lo que critico. No te equivoques. Si la asignación para el adenovirus lipogénico, se hubiera utilizado para la investigación en el cáncer o en los retrovirales del SIDA a lo mejor hubieramos avanzado algo en ellas ¿no te parece?.
Pero el negocio, es el negocio, claro... el desnutrido no da dinero.
Estoy de acuerdo contigo en que existen males sobre los que no se estudian porque no son rentables. La prioridad de una empresa suele ser siempre el dinero, y las del sector sanitario no son una excepción. Sin embargo, no puedes presumir el fin de una investigación a partir de una información mínima. E incluso siendo eso cierto, los descubrimientos paralelos tendrían valor en sí mismos
ResponderEliminarPero lo que me llamó la atención del artículo es que pareces sugerir que en EE.UU. se gastan el dinero en un estudio para buscar un virus al que echarle la culpa de su gordura (que es consecuencia del sedentarismo y de la mala alimetación). No creo que ésa fuera su motivación
jajaja..son la leche, (pero con omega tres y rica en fósforo), estos estadounidenses!!! La culpa siempre es de otro y el enemigo es de fuera..y por aquí vamos por el mismo camino
ResponderEliminarLa verdad es que es más fácil ver atrocidades en los insignificantes actos de los demas que las insignificantes atrocidades que cometemos.
ResponderEliminarmuy bueno el articulo y tambien
ResponderEliminarcomo sigue la ceguera mental
con los famosos mac donalds y su
porqueria de cajita feliz y sigue
la gente llenandose la panza con
grasas transgenicas con su coca-cola...hasta cuando .raccionen
alimentense con sus comidas tipicas
sean nacionalistas.