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Una calefacción un tanto peculiar |
Ahora tal vez nos suene a poco menos que a la
prehistoria, pero hasta no hace tanto (abuelos o bisabuelos como mucho), los
grandes animales domésticos formaban parte de la vida cotidiana de las personas. Bueyes, vacas, burros, mulas, caballos... eran
compañeros inseparables de la gente, tanto del campo como de la ciudad (
ver El loco y cruel juicio a una gorrina asesina). Esta cohabitación era tan estrecha que los chavales, en los fríos días de invierno, no dudaban en dormir junto a las bestias en los establos para así
estar más calentitos. Pero no solo eso, sino que, incluso, las
masías y las casas de campo que se construían con los establos en los bajos, alojaban en el piso inmediatamente por encima de éstos
la alcoba principal de la vivienda. Era una forma sencilla de mantener la habitación caliente aprovechando el
calor que desprenden los animales. No obstante, y a pesar del calor irradiado por los propios animales, éstos también agradecen estar en un sitio caliente, sobre todo con tiempo frío, y los ganaderos, para mejorar el rendimiento del ganado, no dudan en proporcionárselo con lo que se conoce por
"camas calientes". Eso sí, el sistema de calefacción de estas camas calientes es un tanto peculiar, porque duermen, literalmente,
sobre su propio estiércol. ¿Lo mejor? ¡Que encima les gusta!
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Sala de ordeño |
El bienestar de los animales de granja, a pesar del
trato demencial que sufren en algunos procesos (por ejemplo en el del
paté, tema que ya tocaré en otra ocasión), es algo que preocupa cada vez más a los productores (
ver Unas gafas de sol para los pollos más chulos del gallinero).
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Cáscara de arroz para camas de pollos |
Las
enfermedades que se derivan de la permanencia en unos establos deficientes, donde los animales no se encuentran en óptimas condiciones, no pocas veces pueden comprometer los beneficios de las explotaciones agrarias, y ello hace que se busquen soluciones imaginativas y económicas que ayuden a mejorar las
condiciones de hospedaje del ganado.
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Los purines son un problema |
Por otra parte, el tratamiento de los
purines se ha convertido en un serio problema medioambiental que provoca que su almacenamiento, transporte y posterior procesado se lleven buena parte de los
beneficios que generan las granjas (
ver El rancho más grande del mundo: Anna Creek Station). Así las cosas... ¿cómo conseguir aumentar la producción, el bienestar del ganado y reducir el tratamiento de los purines? Sencillo: las camas calientes.
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El uso de camas calientes se extiende |
Las
vacas lecheras, por ejemplo, padecen mucho de las pezuñas cuando están sobre pavimentos de cemento, por lo que un suelo
más blando, que se asemeje al natural, es algo que redunda en la
calidad de vida del animal. Paralelamente, tener un espacio abierto suficiente para comer, descansar, y que ellas mismas se vayan a ordeñar, es otro
plus, pero las necesidades de ventilación hace que los establos, si bien pueden estar cubiertos, tienen que estar relativamente a la intemperie. Es obligatorio entonces tener algo de
calefacción, so pena de gastarse más dinero en
antigripales para las vacas que en otra cosa.
Es en esta situación que los suelos de los establos se cubren con
serrín o paja hasta hacer una capa que puede llegar a tener un metro de altura. En este substrato, que ya es más amable para sus pezuñas, las vacas van haciendo su
"cosas" y se van
acumulando. No obstante, el serrín o la paja van absorbiendo los orines y la fracción húmeda de las defecaciones, lo que permite que se genere un microclima favorable a la
fermentación de la materia orgánica en el substrato de paja.
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Una vaca durmiendo como un tronco |
De esta forma y con ayuda del ganadero, el cual irá removiendo la cama de paja de vez en cuando, la fermentación que se produce es aeróbica, convirtiendo el substrato en
compost y desprendiendo una
gran cantidad de calor. Calor que, además de matar buena parte de las bacterias del sustrato, es aprovechado por las vacas para
acostarse todo lo largas que son bien calentitas y a gusto. El ganadero por su parte, ha
revalorizado los residuos y la paja convirtiéndolos en un tipo de
tierra vegetal nitrogenada -compost orgánico- que se puede a usar en jardinería.
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Una mejora de su calidad de vida |
En definitiva, que tener los animales sobre camas de paja llenas de sus propios
excrementos produce una mejora de la
calidad de vida del ganado. Ello redunda, de rebote, en la calidad del
producto final, en un aumento de los
beneficios de la explotación pecuaria al generar un producto secundario valorizado y, encima, en la
reducción del problema de contaminación y tratamiento de los residuos. Todo un ejemplo -poco apto para escrupulosos- de
aprovechamiento inteligente de unos residuos, los ganaderos, que de otra forma serían un auténtico quebradero de cabeza.
Entonces como abonan las praderas si no hay purines o lo hacen con ese compost
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