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Todo el mundo conoce el dicho latino de "Carpe Diem", pero casi nadie lo que le sigue: Memento Mori (recuerda que vas a morir). ¿Un olvido colectivo? ¿O el ciego que no quiere ver? Muchas cosas hay en esta vida dignas de olvidar y muchas otras dignas de que se sepan. Sea lo que sea, no te lo tomes muy en serio: Memento Mori!
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Escrito por
Ireneu Castillo
La historia de un primer libro.
Amigas y amigos, aunque parezca una broma, no lo es: ¡He lanzado mi primer libro al mercado! No es un caro libro de novela, sino un pequeño libro de relatos, de esos relatos que salpican mi blog y que me he entretenido a ir acumulando día tras día, año tras año desde principios de los años 80.
Todo empezó en mi época de instituto, cuando harto de hacer aburridas redacciones sobre las vacaciones de todo tipo (Semana Santa, Verano, Navidad...) pregunté a mis profesores si podía inventarme las historias, y dieron el visto bueno. El único inconveniente era estar enclaustrado en el reducido espacio de un folio por una cara como era habitual en aquel tipo de redacciones. Y acepté el reto.
Las redacciones/cuentos se sucedían unas tras otras y si bien la ortografía podía fallar más o menos, nunca faltaba la nota positiva del profesor al destacar la trama de la historia. Le cogí el gusto a aquellos escritos evaluatorios forzados, al transformarlos en relatos mezcla de vivencias reales y surrealismo producto de la mente fantasiosa de un chaval de 15 años. Me divertía. Incluso me llegué a presentar a algún concurso organizado por el Instituto, al cual ni quise asistir del miedo que me daba pensar que pudiera ser premiado de algún modo. Así era -y en cierto modo soy- de tímido.
El tiempo pasó, hubieron cambios. Grandes épocas sin escribir, junto con épocas en que la fantasía se desbordaba y en que el escribir se hacía imperioso, llegando incluso al ritmo de un cuento diario, el cual escribía en menos de una hora a altas horas de la madrugada. Cuentos que me divertía hacer llegar a mis amigos y familia que siempre me animaban a seguir adelante.
Nunca había tenido la necesidad de publicar mis relatos, pero un día cayó en mis manos un libro -con perdón- del televisivo Risto Mejide. La soberana bazofia que tuve el disgusto de leer me hizo ver que si alguien tenía el valor de publicar aquello, mis relatos guardados en los cajones y en las carpetas de mi ordenador debían tener, como mínimo, el derecho a ser leídos por el gran público. Y aquí lo tenemos.
Agradecer al amigo y escritor Sergio Fidalgo, que me ha ayudado a la publicación de este mi primer libro, Relatos para una Mente Abierta, que esperemos os guste (aquí podeis adquirirlo) y no sea el último en ver la luz.
Todo empezó en mi época de instituto, cuando harto de hacer aburridas redacciones sobre las vacaciones de todo tipo (Semana Santa, Verano, Navidad...) pregunté a mis profesores si podía inventarme las historias, y dieron el visto bueno. El único inconveniente era estar enclaustrado en el reducido espacio de un folio por una cara como era habitual en aquel tipo de redacciones. Y acepté el reto.
Las redacciones/cuentos se sucedían unas tras otras y si bien la ortografía podía fallar más o menos, nunca faltaba la nota positiva del profesor al destacar la trama de la historia. Le cogí el gusto a aquellos escritos evaluatorios forzados, al transformarlos en relatos mezcla de vivencias reales y surrealismo producto de la mente fantasiosa de un chaval de 15 años. Me divertía. Incluso me llegué a presentar a algún concurso organizado por el Instituto, al cual ni quise asistir del miedo que me daba pensar que pudiera ser premiado de algún modo. Así era -y en cierto modo soy- de tímido.
El tiempo pasó, hubieron cambios. Grandes épocas sin escribir, junto con épocas en que la fantasía se desbordaba y en que el escribir se hacía imperioso, llegando incluso al ritmo de un cuento diario, el cual escribía en menos de una hora a altas horas de la madrugada. Cuentos que me divertía hacer llegar a mis amigos y familia que siempre me animaban a seguir adelante.
Nunca había tenido la necesidad de publicar mis relatos, pero un día cayó en mis manos un libro -con perdón- del televisivo Risto Mejide. La soberana bazofia que tuve el disgusto de leer me hizo ver que si alguien tenía el valor de publicar aquello, mis relatos guardados en los cajones y en las carpetas de mi ordenador debían tener, como mínimo, el derecho a ser leídos por el gran público. Y aquí lo tenemos.
Agradecer al amigo y escritor Sergio Fidalgo, que me ha ayudado a la publicación de este mi primer libro, Relatos para una Mente Abierta, que esperemos os guste (aquí podeis adquirirlo) y no sea el último en ver la luz.
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Comentarios
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Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Cosmofonio! Espero que os guste.
ResponderEliminarEnhorabuena, primo! Feliz día de Sant Jordi y que el libro sea un éxito. A ver si nos llega aquí arriba!
ResponderEliminarGracias cosineta! :-) Un besazo mu gordo!
ResponderEliminarGrata sorpresa.
ResponderEliminarFelicidades y que sea el primero de una larga lista.
Enhorabuena cosinet....Tendremos que leerlo.
ResponderEliminarMr. Celofan: Muchas gracias, y por mi parte no quedará. Intentaré que vengan otros muchos más. Saludetes, que ya hacía mucho que no sabía de ti! :-)
ResponderEliminarRamón: Muchas gracias, Ramonet! Espero que te guste! ;-) Un besazo!
¡Que buena noticia! Un abrazo y felicitaciones por el logro.
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