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Todo el mundo conoce el dicho latino de "Carpe Diem", pero casi nadie lo que le sigue: Memento Mori (recuerda que vas a morir). ¿Un olvido colectivo? ¿O el ciego que no quiere ver? Muchas cosas hay en esta vida dignas de olvidar y muchas otras dignas de que se sepan. Sea lo que sea, no te lo tomes muy en serio: Memento Mori!
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Escrito por
Ireneu Castillo
Los símbolos masónicos de la fachada del ayuntamiento de L'Hospitalet
Casa Consistorial de L'Hospitalet de Llobregat |
Rossend Arús |
Rossend Arús, sin embargo, era un reconocido masón el cual llegó a ser Gran Maestre de la Masonería Catalana y fundador de diversas logias masónicas de ámbito catalán (ver La desconocida Estatua de la Libertad de Barcelona). Por su parte, Francesc Mariné, conocedor de la faceta masónica de Arús, llenó de símbolos masones la fachada del ayuntamiento en su honor, convenientemente disimulados a los ojos de la estricta Iglesia Católica, la cual siempre ha visto la masonería como enemiga. Los años posteriores y el desconocimiento general del tema hicieron que este homenaje secreto tan a la vista de todo el mundo, pasara totalmente desapercibido para el grueso de la población.
A continuación os hago un poco de cicerone de lo que podéis ver en la actualidad:
El Sol:
El Sol |
El sol y el remate en forma de granada |
Las 12 columnas del templo de Salomón:
En plena fachada, si nos fijamos, veremos que hay representadas doce columnas -en este caso, pilastras. Esta representación, no es casual, ya que para los masones, el templo de Salomón, dedicado a Dios (cuya figura simbólica está ubicada encima) y del cual recibe la Luz y la Sabiduría, es la representación del Universo y de todas las maravillas de la Creación. Hemos de recordar que estamos hablando de un ayuntamiento, el templo del poder público y -supuestamente- máximo exponente de la sabiduría y la libertad social, contrapuesto al oscuro poder religioso (sobre todo de finales del S. XIX).
Las 12 columnas del templo de Salomón |
Los compases:
Ahora, procedamos a mirar los capiteles corintios de las cuatro columnas inferiores. A simple vista no llama mucho la atención, ya que parecen ser las típicas hojas de acanto de este tipo arquitectónico clásico. Sin embargo, miremos con más detalle...
Columnas del balcón principal |
En medio de cada uno de los capiteles, veremos unos tallos florales (caulículos) que se juntan y toman una extraña posición, con un par de brotes enrollados, rematados por una hoja. De estos brotes, salen unos tallos hacia abajo que, curiosamente, acaban en punta, casi tocando la moldura inferior del capitel.
Compases disimulados |
Compás |
Vale la pena recordar que la antigua iglesia se encontraba a pocos metros de la casa consistorial, y para más inri, los terrenos donde se ubicó pertenecían a la Iglesia, la cual emitió un permiso especial desde el Vaticano para permitir la venta -por 15.000 pesetas- de dichos terrenos al municipio para construirla. Dadas las circunstancias, hacer un alegato de la masonería en la misma cara de la Curia Pontificia, por mucho que Rossend Arús fuera un masón confeso, quedaba como mínimo políticamente incorrecto.
Las columnas J y B:
Sin embargo, no todo acaba aquí, ya que en el hall de entrada del edificio, a mediados de los 2.000 se encontraron escondidas dentro de un tabique que había en la entrada, dos columnas de hierro fundido con capiteles corintios que formaban parte de la estructura original del edificio. Estas columnas, imprescindibles de las logias masónicas, representan las que había a la entrada del templo de Salomón, llamadas J (Jaquín) y B (Boaz), y que los masones heredaron de la tradición templaria de la cual parece que descienden.
Estas columnas, que se encuentran siempre en el interior de las logias, separan simbólicamente el mundo profano exterior (la Tierra) de un mundo interior (el Cielo) de Luz y Sabiduría, solo apto para iniciados. No en vano, todas las estancias consistoriales se alcanzaban una vez se superaban dichas columnas.
Columnas del interior del hall del edificio consistorial |
Mucho ha llovido desde la construcción del edificio consistorial de L'Hospitalet, y mucho ha cambiado tanto su entorno social como físico. Los principios que regían la moralidad de muchos de los prohombres de la época, también eran muy diferentes a los actuales dado que la cultura era algo apto tan solo a los más pudientes. Sin embargo, en algunos casos, los ideales de libertad y justicia social, tales los de Rossend Arús, eran dignos de encomio tanto ayer como hoy, y hubo quien quiso hacerle un homenaje especial. Ojalá que todos los que han ocupado y ocupan los despachos más allá de las columnas J y B de nuestro ayuntamiento, hagan honor a la categoría del espacio en que se encuentran.
Por desgracia, para el conjunto de la ciudadanía, son muy pocos los que lo hacen.
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Bueno , Rosendo Arús hizo CASI todo el patrimonio que queda en L'Hospitalet....
ResponderEliminarSaludos. Gracias. También creo recordar que hay 33 escalones en las escaleras.
ResponderEliminarHospitalet como casi toda la periferia de Barcelona ..fue utilizada por el enemigo número uno de los Masones ...un tal Francisco Franco ..¿no se si os suena ? para llenar de inmigrantes con su marcha verde ; Los años 50-60-70-80 fueron décadas de marcha verde ,gente pobres e ignorantes ..por cuestiones económicas hubieron de inmigrar a Catalunya huyendo del hambre y el abuso de los victoriosos ...no estaban por otra cosa que buscar recursos y poder soplar a la cuchara y poder vivir ....hoy siguen igual ..les han vendido el color azul diciéndoles que es naranja ,no se dieron cuenta que el enemigo de Franco es mi amigo ..por eso la Masonería es buena ...por que Franco la odiaba
ResponderEliminarLa masonería es buena porque Franco la odiaba... Que razonamiento te aconsejo que leas y te documentes al respecto de la masonería ya que tú, Miguel, eres más ignorante, que todos los inmigrantes que vinieron a Cataluña
ResponderEliminarFranco odiaba a la masonería por razones de su actitud. La masonería tiene principios.
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