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Todo el mundo conoce el dicho latino de "Carpe Diem", pero casi nadie lo que le sigue: Memento Mori (recuerda que vas a morir). ¿Un olvido colectivo? ¿O el ciego que no quiere ver? Muchas cosas hay en esta vida dignas de olvidar y muchas otras dignas de que se sepan. Sea lo que sea, no te lo tomes muy en serio: Memento Mori!
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Escrito por
Ireneu Castillo
Las "fogosas" noches de boda de los reyes europeos
Firmando contratos |
Aquello no lo calentaba nadie |
Enrique IV ¿el impotente? |
César Borgia ¿le metió 8? |
En los mejores casos, en que se respetaba mínimamente la privacidad (¿eso qué eh?) de la pareja, los notarios se esperaban fuera -esperando ver las sábanas manchadas de sangre por la virginidad de la princesa- o, lo más normal, se corría una cortina entre los testigos y ellos. Obvia decir que lo único que se corría en aquella sala era la cortina.
Tapados hasta las cejas |
Los Reyes Católicos |
Una vez pasado el tiempo de estos formalismos en la cama, tal vez por eso entendamos el porqué, hoy día, los reyes son tan campechanos (ver El campechano origen de la palabra "campechano")...
...o no.
Si fallaban, siempre había gente que los animaban |
Webgrafía
- http://juancarloslopezeisman.blogspot.com.es/2012/09/boda-de-los-reyes-catolicos-isabel-y.html
- http://historiasexopoder.blogspot.com.es/p/enrique-iv-el-impotente-para-hacer-las.html
- http://www.rtve.es/television/20121105/isabel-catolica-dia-su-boda/572852.shtml
- http://europamedieval3052.blogspot.com.es/2011/02/sexualidad-en-la-edad-media.html
- http://elblogdemariatudor.blogspot.com.es/2011/10/bodas-reales.html
- http://historiasdehispania.blogspot.com.es/2012/06/una-noche-de-bodas-que-te-cagas.html
- http://sexualitythroughouttheages.wordpress.com/2012/03/27/inter-marriage-between-royalty/
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A otros les podía la presión, Felipe V, por ejemplo o más exactamente a su primera mujer: http://elpais.com/diario/2005/09/06/catalunya/1125968842_850215.html
ResponderEliminarLas bodas por "amor" no eran, antes del siglo XIX, e incluso después, la norma. Pero no solo entre la realeza o la nobleza, era muy común, incluso entre familias no nobles ni aristocráticas, que el padre, o a falta de él el hermano mayor o la familia patrocinaran los matrimonios de sus hijos, muchas veces llegando a acuerdos previos cuando los futuros contrayentes eran aún unos niños.
ResponderEliminarLa mínima posición de una familia se regía a la hora del matrimonio por ciertos principios uno de los cuales era la posición social. Así, por ejemplo las hijas del molinero o del herrero, (posiciones muy consideradas en una poblacion) no podían o debian casarse con cualquiera, un hombre procedente de una familia sin recursos ni tierras no podía aspirar a su mano y se buscaba para ello un pretendiente propietario y acorde.
De la misma manera los hidalgos, muchos de ellos sin fortuna alguna, procuraban casar a sus hijos e hijas entre ellos, los propietarios de tierras, pocas o muchas, buscaban asimismo matrimonios igualitarios para sus vástagos.
En el Antiguo Régimen la movilidad social por medio del matrimonio estaba bastante restringida aunque se daban casos. Hay que tener en cuenta que la mujer rara vez podía valerse por si misma en una sociedad en la que el varón era el que debía aportar los recursos económicos, el trabajo femenino, fuera de las labores del hogar o el servicio, era muy raro y no habia precisamente grandes oportunidades para ellas en un ámbito laboral muy masculinizado. Por ello era prioritario para muchas familias situar a sus hijas en alguna parte fueta de la familia (las solteronas se convertían en una carga para sus padres y parientes)
se suponía siempre la aportación de una dote al matrimonio, por mínima que esta fuera, en ciertos casos solo consistía en aportar ropa, utensilios para el hogar, algún mobiliario o animales para criar como vacas, ovejas... etc. Pero claro, habia que tenerlos. Otra solución para las mujeres era el convento, los habia que admitían novicias con una pequeña dote, e incluso las doncellas nobles pobres podían optar a ser pensionadas en algunos establecimientos, o para las menos pudientes ser admitidas como hermanas legas en un convento.
La mayor posibilidad de promoción social en el Antiguo Regimen, sobre todo para los hombres fue la iglesia.
Existían casos en los que se producían matrimonios desiguales (y no por ello dejaban de estar concertados), por ejemplo un buen apellido aunque sin fortuna, podía ser interesante para alguien con mejor fortuna pero de origen más vulgar.
Finalmente si se daban algunos (unos pocos) matrimonios por amor (o más bien por una suerte de pasión). Cuando la familia o familias se oponían a una unión de este tipo algunos recurrían a la fuga y el matrimonio clandestino, o más frecuentemente a la costumbre del rapto, que consistía en que el aspirante, de común acuerdo con la chica, fingía raptarla, pasando la noche fuera, y al día siguiente se presentaba a la familia y pedía la bendición, lo normal era que se la dieran a regañadientes para reparar el escándalo producido.
En resumidas cuentas, los matrimonios, hasta bien entrado el siglo XIX, estaban basados en códigos muy distintos al del amor y el amor romántico, primado cuestiones de estatus, económicos, sociales y culturales.
Lo del amor y el romanticismo en una institución como el matrimonio es un invento de la sociedad burguesa del siglo XIX.