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Capítulo 7: El asunto del canal

La Esvástica del Bosque, el oculto regalo del führer

Esvástica del Bosque en 2000
Una constante en Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha sido el censurar la exhibición de iconografía nazi de forma pública. Ya fuera en la parte oriental como en la occidental, o incluso hoy mismo, la exhibición de este tipo de imágenes constituye por si misma un delito, y en todo momento se puso el mayor celo posible para erradicar todo el simbolismo que pudiera haber en el territorio alemán que hiciera apología de una ideología tan horrenda como el nazismo. A pesar de este trabajo minucioso, donde quema un fuego siempre quedan cenizas, y hubo una cruz gamada que permaneció escondida durante 47 años. Se trata de la Esvástica del Bosque.

Cruz gamada hindú
La esvástica o cruz gamada, se trata de un milenario símbolo sagrado hindú de prosperidad y buena suerte (ver La injusta discriminación de la cruz gamada) que el régimen nazi pervirtió al utilizarlo hasta la nausea como símbolo de su ideología. Al ser éste un símbolo que hunde sus raíces en la antigua tradición aria, el nazismo lo utilizó como representación de la supremacía de la raza aria de la cual provendrían todos los pueblos indoeuropeos.

Simbología nazi ad nauseam
A finales de los años 30 del siglo XX, el ascenso espectacular del nacionalsocialismo en Alemania, hizo que esta iconografía se multiplicara por todo el territorio germano como forma de mostrar la adhesión (voluntaria o no tan voluntaria) al régimen. En estas circunstancias, se cuenta que en 1938, la población de Zernikow (a 100 km al norte de Berlín), para confirmar a Hitler su adhesión incondicional plantó unos 150 alerces (Larix decidua) en forma de cruz gamada en medio de una pineda de pinos negros como "regalo" de cumpleaños al führer... y como protección ante la ira nazi, habida cuenta que se había denunciado a un comerciante de la villa por escuchar la BBC y éste había sido enviado a un campo de concentración.

Alerces en otoño
Los alerces son la única conífera que cambia sus agujas cada año, y durante un corto espacio de tiempo durante el otoño, sus hojas adquieren un amarillo muy vivo. De esta forma, de en medio de pinos siempre verdes, cada año surgía una cruz gamada que solo era visible desde el cielo. Esta esvástica "natural" ocupaba una superficie de 3.600 m2 (un cuadrado de 60 x 60 m) y pasó totalmente desapercibida hasta 1992.

Naturaleza prostituida
En 1992, el gobierno de la Alemania reunificada, encargó una campaña de fotografías aéreas de los bosques de la zona y descubrió la figura de la cruz gamada vegetal. Al observar el símbolo, las autoridades locales se preocuparon por la posibilidad de que la zona se convirtiera en un santuario neo-nazi y por la imagen que pudiera dar de la zona, obteniéndose permiso para cortar -y de esta forma, borrar- 43 de los 150 árboles de 20 metros que formaban la susodicha esvástica.

Talando los alerces nazis
A pesar de la tala, efectuada en 1995, la figura continuaba visible, y más al haber rebrotado los tocones de los alerces que habían sido cortados, de tal forma que en 2000, los periódicos se hicieron eco del asunto y publicaron fotografías del mismo. En vistas del desaguisado, las autoridades germanas decidieron abatir 27 alerces más, deformando -ahora si definitivamente- el supuesto regalo a Hitler y vender el bosque para que lo explotara una empresa privada.

Según algunos técnicos forestales, no habría hecho falta quitar los alerces, ya que la mezcla con hayas -caducas también, ver Las extraordinarias hayas del Montnegre- habría acabado con el problema por si solo, pero las ganas de quitar el símbolo pudo más que el hecho de devaluar el valor maderero del bosque. Un bosque que había mantenido oculto la vergüenza de un pasado que jamás se tiene que volver a repetir.

Esvásticas de buena suerte

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