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¿Conoces mi último libro?

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Pobles Medievals de Catalunya (2024)

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Capítulo 7: El asunto del canal

La fortuna del botijo.

Hoy, el gerente de la Bruixa d’Or de Sort (Lleida), la afortunada administración de lotería pirenaica, se ha destapado con que pretende ser el primer español en viajar al espacio y llevar con él, no se lo pierdan, un botijo -debe ser un guiño al botellón que Micky presentó a Eurovisión. Para darse el garbeito espacial, no ha dudado en gastarse 160.000 euros del ala en inscribirse para hacer semejante viaje, previsto para el 2008. Ello ha provocado reacciones de todo tipo tratándolo de todo menos de guapo, pasando por dilapidador y acabando por ostentador. La envidia es muy mala.

Falta aún mucho tiempo para que haga dicho viaje, si es que al final lo hace, pero lo que ha hecho es, ni más ni menos, que la mejor inversión publicitaria para la auténtica piedra filosofal que es su administración de Lotería. 160.000 euros es “pecata minuta” si contamos que ella sola factura más de 70 millones de euros anuales -ahí es nada-, pero ¿y la publicidad que consigue con ese detalle tan frikie? Incalculable.

La suerte le sonrió dos veces seguidas con un gordo, lo cual produjo la avalancha de compradores, pero Xavier Gabriel no tiene un pelo de tonto y ha sabido jugar las bazas personales que más allá del simple azar le han ido viniendo y esta no es más que una de ellas. Una baza que hará que aún más gente se decida a comprar lotería en su administración, incluso muchos de los que lo critican agriamente.

Un poco de suerte y un mucho de estrategia, ese es su éxito, puesto que allí donde el azar puso el ojo, si no hay alguien con vista que haga que un gran tanto por ciento de la venta de decimos de la Lotería Nacional se concentre en una sola administración, ese azar se pierde en el olvido más absoluto. La suerte es caprichosa, la estadística, no, y por algo le dieron el premio ESADE en el 2005 a la mejor trayectoria empresarial.

No he comprado nunca en la Bruixa d’Or de Sort (aún teniendo familiares lejanos que viven allí), pero este año me parece que haremos una excepción. La cosa está achuchada y siempre va bien concentrar posibilidades.

Cuestión de estadística.


Ni herradura, ni bruja. El botijo de Xavier Gabriel.

Comentarios

  1. Sí, es un despilfarro, pero... joder, ¿quién no quisiera ir al espacio? Y ya que se lo puede permitir, pues que lo haga, qué coño.

    ¡Los frikis dominaremos el mundo!

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  2. ¿quién no querría ir al espacio? sí, pero cuando bajen los precios...

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  3. Que conste que a mi no se me ha perdido nada en el espacio, y que por tanto mis ganas de salir del planeta son pocas por no decir ninguna, aunque regalen pasajes. No generaliceis. ;-)

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  4. También hay que tener en cuenta que después de gastarse esa pasta en un viaje espacial, igual al hombre no le da el presupuesto para gastarselo en una botella de Möet Chandon o de brandy diez años de un pagès de Xerta.... seamos tolerantes :-P

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