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Una pesca muy fácil |
Por estos lares la afición por la
pesca se relaciona con una actividad relajada y sosegada. Simplemente acercándonos a cualquier playa mediterránea veremos que, la actitud de cualquiera de los pescadores de caña que hay dispersos por el litoral, está más cerca de la de un
monje benedictino en proceso de oración que de una actividad excitante. Y no es para menos, porque ante la
sobreexplotación de los recursos pesqueros del Mediterráneo (
ver El incierto destino de las últimas focas mediterráneas), es estadísticamente más probable que te toque una
lotería que sacar un pez con el anzuelo. Esto es así aquí, pero no seria lo mismo si estuviera en las playas del
Quebec, en Canadá, entre mayo y julio.
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Desove por millones |
Efectivamente, durante esa época simplemente con una sacadera o un
cazamariposas, un niño puede llenarse un cubo de delicioso pescado y de un tamaño de más de 20 cm. Y es que en ese momento, los peces no los has de ir a buscar, si no que ellos solitos vienen a las playas y nada más hay que cogerlos. No, no es que se vuelvan locos los peces, ni nada parecido, sencillamente los capelines se están
apareando y poniendo los huevos en la mismísima arena de la playa. Y lo hacen por
millones.
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Capelín (Mallotus villosus) |
El
Capelín o
Capelán (
Mallotus villosus) es un pez de las frías aguas árticas similar a los arenques que vive en bancos igual que ellos y que migran desde su zonas de puesta en Quebec y
Terranova durante el invierno hasta las aguas polares en verano, donde se alimentan de plancton y
krill. Es un tipo de pez muy importante a nivel ecológico debido a que es alimento base de focas, ballenas, calamares, orcas y todo tipo de aves marinas.
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Uso industrial de los capelines |
La profusión de esta especie es tal que se utiliza extensivamente en la
pesca comercial, ya sea como alimentación humana, para harinas de pescado o para la industria del aceite de pescado, lo cual los ha llevado a una pesca extensiva desde mediados de los 60 que los ha puesto en serio riesgo de desaparición debido a las
exageradas capturas que se realizaron durante los 70 y que han hipotecado las capturas posteriores. Con todo, no se ha llegado a los límites de, por ejemplo, el
bacalao (
ver El bacalao y la estúpida historia de su sobrepesca).
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Una pesca familiar |
Los capelines, llegada la época, se abalanzan hacia las playas por millones donde depositan sus
huevos (de 6.000 a 12.000 por hembra) en zonas de aguas de menos de 10 cm de profundidad. En ese momento, tanto las hembras como los machos se entregan a un frenesí de
golpes contra el suelo para dejar ir el
esperma y los huevos de cara a que sean fertilizados, creando una masa gelatinosa que se engancha a los granos de arena o de grava de la playa. Los huevos así fecundados permanecerán, al estar en agua tan somera, a salvo de
depredadores hasta que salgan las larvas, las cuales darán lugar a la nueva generación de capelines.
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Frailecillo con un capelín |
Sin embargo, no todo iba a ser gratuito, y el hecho de tener que frezar en aguas tan poco profundas -o directamente sobre la playa- produce que haya una
mortandad terrible de capelines, llegando a morir hasta el 90% de los individuos, sobretodo los machos, los cuales se hieren gravemente al golpearse continuamente con la grava y la arena. Éstos acaban por morir dejando una gran cantidad de
cadáveres en las playas que son aprovechados por los
carroñeros en un gran festín de vida y muerte.
El
desove de los capelines se convierte cada año en una auténtica
fiesta para los niños y los pescadores que quieren unas capturas fáciles (
ver ¿Le apetece una hamburguesa de mosquitos?), disfrutando de un espectáculo natural que, por suerte, aún no ha sido finiquitado por la mano humana.
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Capelines desovando en una playa de Canadá |
Webgrafía
Sí. no passarà el mateix al mare Nostrum!!!
ResponderEliminarde vegades, somio quelcom semblant. es un somni recurrent...
quina ràbia!
una abraçada
david fluxà www.midamazul.blogspot.es
David, aquí tenim tanta poca cosa a l'aigua, que quan es veu un dofí prop de Barcelona surt als diaris, i si veiem una llissa saltant fora de l'aigua fem una festa. Quina pena! :-)
ResponderEliminarUn abraçada, maco!
-Ireneu-