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Sierra Nevada y la Alhambra |
El
cambio climático, si bien hay gente que no tiene ningún pudor en negarlo a pesar de que las castañeras vendan las castañas asadas
en bikini, es una realidad que está afectando todo nuestro entorno. Desde los árboles, que cada vez adelantan más sus épocas de floración, las olas de calor cada vez más fuertes o los registros pluviométricos cada vez más escuetos a cada día que pasa (
ver El punto más lluvioso de España en medio de la España más seca: Grazalema), el hecho de que el clima está cambiando a pasos agigantados es algo más que una especulación científica. Y si algo hay que está notando especialmente el calentamiento global, esos son
los glaciares, sobre todo los que están situados más al sur, que sufren de primera mano el frente de calor que va remontando el continente. En la actualidad, el glaciar
más al sur de Europa (con menos hielo que mi nevera, todo sea el decirlo) es
Il Calderone, en Italia, pero hasta 1913 estuvo en Sierra Nevada, cuando un verano caluroso deshizo el
glaciar del Corral del Veleta para siempre. Sin embargo, donde hubo fuego, cenizas quedan y, en este caso, el dicho no es una excepción: El glaciar del Corral del Veleta,
aún existe.
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El Veleta y su carretera |
En lo alto de
Sierra Nevada, a 3.396 metros de altura, el pico del Veleta se alza frente al Mediterráneo de forma majestuosa (con permiso de su hermano mayor, el
Mulhacén, claro), proporcionando un magnífico telón de fondo a la roja
Alhambra de Granada. Esta cima, a la cual se puede llegar en coche pidiendo permiso a la administración del
Parque Natural de Sierra Nevada, pasa gran parte del año cubierta de nieve fruto de su extraordinaria altura, y esta particular característica, a demás de hacerle ganar el nombre de "sierra nevada" le permitió tener durante siglos, en su parte norte, un auténtico
glaciar. Glaciar que, conocido de todas las culturas que han pasado por la región, fue extensamente documentado por el espectáculo de hielo y nieve que proporcionaba en unas tierras tan tórridas y secas como las andaluzas.
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Morfologia del Corral del Veleta |
El origen de este glaciar, el cual se ubica en el llamado "
Corral del Veleta" (por ser un circo glacial de forma circular y ubicarse a pies del Veleta) lo hemos de encontrar en la última glaciación cuaternaria, la cual hizo descender de latitud las zonas árticas, produciendo los casquetes glaciales de los Pirineos y los Alpes (
ver Glaciares pirenaicos, la lenta muerte de nuestros glaciares domésticos). No obstante la altura de
Sierra Nevada, el hecho de estar ubicada demasiado al sur impidió la formación de un denso casquete helado, pero no impidió que, aprovechando los valles fluviales, se formasen algunos glaciares aislados que llegasen a tener
lenguas de hasta 12 km de largo modelando, sobre todo, su cara norte.
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Evolución del glaciar |
El final de la glaciación hace unos 12.000 años, llevó a que los glaciares redujeran rápidamente su extensión, quedando circunscritos a los circos (corrales, como se dice en la zona) de las partes más altas de la cordillera. En este sentido, el Corral del Veleta, por su orientación, aguantó todos los envites de la calor andaluza como un relicto glaciar con más piedras que hielo. Sin embargo, entre el siglo XIV y el XIX se produjo lo que se dio a llamar la
Pequeña Edad del Hielo, un periodo en que los inviernos fueron muy fríos y los veranos suaves, lo que permitió que el casquijo de hielo y piedras del Corral del Veleta, tomara fuerza y volviera a ocupar la cabecera de su antiguo circo y volviera a fluir vertiente abajo.
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1995, el Corral del Veleta, sin nieve |
Fue a mediados del siglo XIX en que el final de dicho periodo frío hizo que el pequeño glaciar volviera a retroceder de forma alarmante debido a los veranos progresivamente más cálidos, hasta llegar a principios del XX (unos dicen 1910, otros 1913) en que el glaciar desapareció de la vista de los visitantes, dejando su puesto como glaciar más meridional de Europa al ya mencionado "
Il Calderone". Pero el hecho de que no se viese, no significa que desapareciese...
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El hielo en el Veleta |
Efectivamente, si bien la capa blanca que cubría el otrora glaciar del Veleta había desaparecido, en 1999 se descubrió que, bajo el montón del
casquijo de piedras y arena que formaban la base de la pared del circo, se mantenía toda una extensión de hielo de unos 130 m de longitud, 37 m de anchura y 8 metros de espesor de hielo, restos de aquel glaciar que había desaparecido a principios del siglo XX.
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Lagunilla delante del glaciar |
Estudiado por los glaciólogos, llegaron a la conclusión que se había convertido en un
glaciar rocoso que, gracias a la capa de gravas que se le había puesto encima y que le hacía de manta térmica, había conseguido llegar hasta la actualidad. Eso significaba que, a pesar de todo, el glaciar continuaba teniendo movilidad interna -se desplazaba como los grandes- pero a una velocidad muchísimo menor: tan solo se desplaza de 8 a 15 cm al año. Sin embargo, no todo son buenas noticias.
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Evolución de la cobertura de nieve |
El hecho de que el glaciar del
Corral del Veleta haya sido capaz de mantenerse hasta hoy se debe, sobre todo, a las acumulaciones de nieve que han persistido durante el verano y que han permitido que la oscura capa de tierra y piedras que lo cubren no se haya calentado en exceso, haciendo correctamente su papel de
manta térmica. Desgraciadamente, durante los últimos veranos, la temperatura ha aumentado y ha deshecho totalmente la nieve, calentando las piedras y haciendo que el espesor haya disminuido 2 metros en 7 años, lo que compromete seriamente la continuación en el tiempo de este auténtico superviviente glaciar en caso de que la temperatura siga subiendo. Y lo está haciendo.
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Valle glacial del Corral del Veleta |
El hombre, en definitiva, ha modificado el ambiente debido a su actividad inconsciente de destrucción de su entorno. Posiblemente, el glaciar del Veleta se haya fundido por causas naturales, pero resulta
impepinable que la acción humana está acelerando de forma decisiva el deshielo de las acumulaciones glaciares de prácticamente todo el mundo (
ver La acidificación, la peligrosa osteoporosis oceánica). Que el glaciar del Corral del Veleta se funda no importa lo más mínimo al planeta, habida cuenta que de aquí a unos miles de años una pequeña bajada de temperatura volverá a generar nuevos glaciares. Sin embargo, a nosotros
no nos ha de dar lo mismo ya que, perder los glaciares en un lapso corto de tiempo, significará perder las principales fuentes de agua dulce en un mundo, el actual, donde las necesidades de agua potable aumentan a cada segundo que pasan.
Durante la próxima sequía, acuérdese del Corral del Veleta. Consejo de amigo.
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El glaciar del Corral del Veleta en 1892 |
Me ha parecido muy interesante sobre todo que en 1999 se descubriera la capa de hielo que había debajo desde luego la naturaleza es sorprendentemente bella lástima que no las estemos ´´cargando´´ Enhorabuena...
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