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Pobles Medievals de Catalunya (2024)

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Capítulo 7: El asunto del canal

La maravilla entre viñedos del Santuario de Montserrat de Montferri

Santuario de Montserrat de Montferri
Cuando a mediados de los 90 entré en contacto con la comarca del Alt Camp tarragonés, descubrí un paisaje agrícola y natural atrayente y lleno de cosas que conocer. Poblaciones como Valls, con sus calçots o los castellers, sus pueblos cuyas raíces se remontan hasta los romanos o la monumentalidad del monasterio medieval de Santes Creus son, por sí solos, un auténtico pozo sin fondo de historias interesantes para alguien como yo, que es capaz de disfrutar de las maravillas que hay detrás de las pequeñas cosas que allí se encuentran. Y una de estas pequeñas maravillas -o no tan pequeñas- que merecen la pena ser conocidas de todo el mundo la encontré en medio de los viñedos de uno de los pueblecitos más curiosos de la comarca. Se trata del Santuario de Montserrat de Montferri.

Una ermita singular
La Sagrada Familia de Barcelona ha sido, desde que se comenzó a construir a finales del s.XIX, debido a lo costoso del avance de su obra, el paradigma de lo inacabado y de lo que, para estar terminado, tardará generaciones. No obstante, esta maravilla no era la única obra modernista que estaba inacabada en tierras catalanas, ya que aquella ermita dedicada a la advocación de Santa María de Montserrat (ver La azarosa historia del monasterio de Montserrat... de Madrid) que se encontraba a las afueras de Montferri, se encontraba en las mismas condiciones. Y eso fue lo que nos explicaron el día en que, por casualidad, me topé con aquel edificio singular que destilaba una personalidad que difícilmente podían esconder los numerosos andamios que lo recubrían.

La proa mira a Montserrat
En aquel momento estaban recogiendo la voluntad entre los pocos visitantes que nos acercábamos a aquellos parajes para poder comprar sacos de cemento portland con los cuales hacer las piezas que, con moldes especiales, se construían con ese material. La faena parecía titánica, habida cuenta que había un gran trabajo de voluntariado detrás aquel edificio, pero todo llega y unos pocos años después se inauguró aquella ermita. Una ermita espectacular y de una historia tan azarosa como peculiar era la edificación.

Josep Maria Jujol
La Ermita de la Mare de Deu de Montserrat de Montferri, ubicada en un pequeño promontorio rocoso que se levanta a unos 300 metros del casco urbano del pueblo, fue diseñada por el arquitecto catalán Josep Mª Jujol, un alumno aventajado de Antoni Gaudí, el cual aceptó el reto de hacer un santuario que, dedicado a la Virgen de Montserrat, mostrara la devoción a La Moreneta que había por aquellas tierras. Así las cosas, en 1925 y con el entusiasmo de los labradores de la zona, se empezaron las obras de su construcción.

Imita las formas de Montserrat
La ermita, construida en una colina que se levanta unos 50 metros del relieve circundante, tiene la particularidad que, al estar dedicada a la Virgen de Montserrat, intenta evocar la peculiar fisionomía de la montaña de Montserrat, con una gran profusión de lineas redondeadas y con una serie de cúpulas que recuerdan los monolitos rocosos que la caracterizan (ver El repetitivo primer ascenso al Cavall Bernat). De hecho, la construcción, la cual aprovecha las lineas de pendiente del promotorio con arcos de diseño parabólico, tiene la forma de un barco cuya proa está orientada hacia el macizo de Montserrat, del cual dista unos 50 km en linea recta.

Interior espectacular
La obra, en la cual participaban los agricultores de Montferri con su esfuerzo personal, estaba financiada por suscripción popular, de tal forma que los fondos para avanzar, en cada momento eran limitados. No obstante, la convulsa vida política española de 1931 hizo que las obras se paralizaran y que, con la Guerra Civil, ya no se volvieran a reprender, quedando en estado de abandono durante décadas. Una visita del mismo Jujol durante la posguerra solamente sirvió para que el pobre hombre cogiera una depresión al ver el estado de dejadez de aquel proyecto. Estado lamentable al cual se le tuvo que añadir tiempo después el daño producido por una ventolera, la cual tiró al suelo parte de lo que se había levantado con tanto esfuerzo y cariño.

Desafío arquitectónico
No fue hasta los años 80 en que la gente de Montferri, recogiendo toda la documentación y los planos dejados por Jujol, decidieron poner otra vez en marcha la construcción de aquel santuario modernista inacabado que había quedado olvidado por más de 50 años en aquel cerro pindongo cercano al pueblo. De esta forma, en 1987, de la mano del arquitecto Joan Bassegoda i Nonell y del constructor Josep Cendrós, se dio impulso nuevamente a su construcción. Un impulso que acabaría siendo el definitivo.

A vista de pájaro
Así las cosas, en 1999, con la ubicación de la cruz-veleta de casi 500 kg en lo alto del pináculo mayor de la ermita, dando una altura final de 33 metros -tantos como los años de Cristo- se daban por finalizadas las obras. La llegada el día 29 de mayo de una réplica de La Moreneta traída expresamente desde el monasterio de Montserrat, permitieron que el santuario de Montserrat en Montferri fuera finalmente inaugurado con una solemne misa al día siguiente, el 30 de mayo de 1999.

Réplica de La Moreneta
La ermita, construida en su totalidad con piezas de cemento de múltiples formas y diseños (se puede distinguir la construcción antigua de la nueva por el color terroso de las piezas), destaca por su amplio interior lleno de arcos parabólicos naturalistas, lo que le permite una gran ligereza visual al visitante. A estos arcos de factura gaudiniana, se les tiene que sumar la gran cantidad de ventanas y oberturas que, cubiertas con vidrieras de colores hacen que la luminosidad y el colorido del conjunto sea ciertamente llamativo. Luminosidad que realza la presencia de la imagen de la Virgen de Montserrat, la cual preside incólume el singular santuario.

En definitiva, una pequeña maravilla que, escondida tras los pinos y las viñas y, sobre todo tras la absorbente majestuosidad del cercano monasterio de Santes Creus, el buen viajero no puede dejar de visitar.


Santuario de Montserrat de Monferri, una maravilla desconocida

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Comentarios

  1. NO LO CONOCÍA PERO ES ALUCINANTE. SE LE DEBERÍA DAR MÁS DIFUSIÓN, DESDE LUEGO, QUE PARECE QUE TODO SE LO LLEVA BARCELONA

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