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| El Puig d'Olorda |
Delimitado entre los términos municipales de Molins de Rei, Sant Feliu de Llobregat y Barcelona, el
Puig d'Olorda, con sus 439 metros de altitud es una de las cimas más reconocidas del
Baix Llobregat. Esta colina, visible desde buena parte de la comarca y coronada por una cruz y una torreta de vigilancia forestal, está formada por una potente capa de calizas del
Devónico resistentes a la erosión, lo que ha permitido que destaque respecto a las cumbres de los alrededores. Sin embargo, esta particular litología hizo que desde 1921 el Puig d'Olorda destacase, además, por la cicatriz que la
cantera Sanson (
ver Walden 7, historia del edificio más estrambótico y polémico del Baix Llobregat) dejaba en su vertiente meridional, al explotar estas calizas para la fabricación de
cemento. Afortunadamente, en 2002 se puso fin a la extracción de piedra, iniciando un proceso de restauración ambiental que terminó en 2014 y que ha permitido devolver, aunque mínimamente, su primitiva estética.
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| Cova dels Encantats o de l'Or |
Sea como sea, en las calizas que forman su vertiente sur, además de los restos de la antigua cantera Sanson, podemos encontrar las llamadas "
Cuevas del Oro" o de los "
Encantats". Estas cuevas están formadas por varios pasillos estrechos y de difícil acceso que suman en total poco más de 200 m de recorrido. Originadas por movimientos
tectónicos con poca presencia kárstica, son uno de los pocos ejemplos de cavidades geológicas naturales en la sierra de
Collserola.
Ocupadas por el hombre desde época neolítica, las grutas son llamadas del “oro” por la leyenda según la cual eran unas antiguas minas de oro explotadas por el general cartaginés Aníbal durante sus expediciones por la región.
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| Vistas del Delta del Llobregat desde el Puig d'Olorda |
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