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Edificio Walden 7 |
Raro. Si alguna palabra puede definir el edificio
Walden 7 de Sant Just Desvern es justamente ésta: raro. El hecho que un bloque de pisos pueda tener a la sociedad dividida a partes iguales entre los que lo odian y los que lo adoran sólo se puede entender desde la genialidad y la osadía que el equipo del arquitecto
Ricard Bofill -Taller d'Arquitectura- demostró al diseñar un edificio tan estrafalario como
vanguardista e incomprendido.
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Maqueta del proyecto original |
Construido a finales del franquismo, entre 1973 y 1975, el edificio
Walden 7 pretendía dar una respuesta alternativa a la construcción de grandes e impersonales bloques de pisos (como los de
Bellvitge,
ver Bellvitge, la historia de una joya convertida en cemento) para solucionar la falta de vivienda social en la periferia de Barcelona a un precio competitivo. Con esta premisa,
Taller d'Arquitectura, con Ricard Bofill al frente, movilizó a un equipo pluridisciplinar compuesto por arquitectos, ingenieros, matemáticos, filósofos y psicólogos para que diseñasen la primera de las tres promociones de viviendas que deberían construirse en el solar que en 1970 había dejado la antigua cementera Sanson en
Sant Just Desvern.
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Ricard y Anna Bofill |
De esta manera, en 1972,
Anna Bofill, hermana de Ricard, llevó el peso del diseño del nuevo edificio. Un edificio con el que, intentando compaginar la construcción masiva de una promoción de viviendas con los aspectos
humanos, sociales y estéticos de
vanguardia, daría como resultado un edificio singular con el que se pretendía romper con la gris arquitectura que se había hecho en España durante la dictadura.
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Walden 7 en construcción |
El edificio Walden 7, que recibe el nombre de las novelas Walden (1854) de Henry David Thoreau y Walden-2 (1948) de Burrhus Frederic Skinner, es una mole roja de forma irregular y 41.835 m2 de superficie construida, con 14 plantas y 40 metros de altura, en los que los 446 apartamentos que hay se disponen alrededor de 5 patios interiores mediante puentes y escaleras. Una disposición que crea un entramado laberíntico de personalidad muy marcada y en el que se pretendió recrear la vida social de un pueblo de unos mil habitantes, pero en vertical. Los apartamentos, estructurados según módulos diáfanos de 30 m2, forman pisos de uno a cuatro módulos que, con balcones semicirculares, se comunican los unos con los otros mediante 5 km de pasillos. Un conjunto ciertamente peculiar e idealista que pronto chocó con la dura realidad.
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Singulares ventanas interiores |
Encargado el proyecto constructivo a la empresa
Dragados y Construcciones, el impago por parte de la promotora
CEEX-3 S.A. de las obras realizadas provocaron el abandono de Dragados antes de terminar la construcción del edificio. Esta situación, que no presagiaba nada bueno, fue solucionada con la participación de una constelación de empresas más pequeñas que finalizaron la obra en 1975 como buenamente pudieron, aunque lo peor estaba aún por llegar.
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Patio interior del Walden 7 |
En 1977, las
deficiencias en la construcción del Walden 7 empezaron a hacerse más que evidentes. La caída masiva del alicatado de la fachada, las
filtraciones y las grietas obligaron a cubrir todo el bloque con redes de seguridad. Las
quejas de los propietarios, que denunciaron a la promotora, las
irregularidades financieras -CEEX-3 pertenecía al grupo Banca Catalana, ligada al presidente de la Generalitat,
Jordi Pujol- y la imposibilidad de asumir los elevadísimos gastos de rehabilitación, acabaron con la
quiebra de la promotora en 1984 y con la declaración de
ruina del edificio pese a la oposición de los propietarios y del consistorio. El
follón político y social fue mayúsculo, provocando que el ayuntamiento de Sant Just
expropiara en 1986 el espacio que debían ocupar las tres fases previstas inicialmente. Una operación llevada a cabo para poder financiar los 599 millones de pesetas de la época (3,6 millones de euros) que costarían las obras de
rehabilitación integral del edificio.
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Sus pasillos constituyen un verdadero hormiguero |
Declarado Bien Cultural de Interés Local en 1987, y descartada la declaración de ruina total, las obras de rehabilitación no empezaron hasta 1993. Unas obras que terminaron, después de dos años, con la sustitución del alicatado exterior por un enlucido de impermeabilización, pero manteniendo su color rojo ladrillo característico. Un mantenimiento que, si bien ha tenido que repetirse periódicamente fruto del paso del tiempo por un edificio tan peculiar, ha permitido que el Walden 7, a pesar de todos los contratiempos, siga siendo el edificio emblemático, polémico y utópico que los hermanos Bofill diseñaron.
La curiosidad: La polémica del Walden 7 fue tan sonada que, en la película "El amante bilingüe" de Vicente Aranda (1993), grabada en parte en este edificio, los protagonistas sufren continuamente la caída de baldosas a su paso.
Por si lo quieres visitar:
Dirección: Edificio Walden 7. Carretera Reial, 112, 08960 Sant Just Desvern (Baix Llobregat)
Teléfono: (+34) 934 804 800
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Vistas interiores del singular Walden 7 |
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