Capítulo 15: Limpiando las cascarrias

"20 años, 20 historias"-Capítulo 15: Limpiando las cascarrias

(Viene de capítulo 14)

Limpiando las cascarrias

Si bien considero que en un blog (y de hecho, en todo en la vida) lo estético no puede tener más preeminencia que el contenido, la imagen de Memento Mori durante estos 20 años, ha ido cambiando de forma más o menos continuada. Estos cambios, más que por una veleidad producto del capricho del momento, han sido implementados para poder adaptar el blog a las nuevas tecnologías y a las nuevas formas de consumir su contenido. O lo que es lo mismo, para propiciar la participación de los visitantes con nuevas funcionalidades manteniendo, en lo posible, las que ya había implementadas. Así las cosas, más allá de cambios estéticos frecuentes, que pueden cansar al más pintado (al primero, a mi), he tenido tendencia a mantener la misma imagen durante años, la cual cosa ha propiciado que haya cambiado de plantilla cada 5 años de media. Sea como sea, tampoco he sido muy estricto en esta periodicidad, pero unas cuantas veces la he cambiado. Veamos cómo ha sido esta evolución estética del blog.

Estética inicial de 2005

Cuando abrí el blog en 2005, la variedad de plantillas que ofrecía Blogger era bastante limitada, al contrario de la que ofrecía Wordpress que, al ser un lienzo en blanco, permitía hacer auténticas virguerías. No obstante, en tanto que uno tiende a ser práctico y minimalista, las plantillas "precocinadas" de Blogger me ahorraban todo el esfuerzo creativo pero, a la vez, eran lo suficientemente flexibles como para que pudiera personalizarlas. De esta forma, opté por un diseño sobrio (típico de los blogs de aquellos primeros años) donde los colores verdes y blanco predominasen y la información se organizase en dos columnas: una principal donde se verían los artículos, y una secundaria lateral con la descripción de perfil y enlaces diversos. Eso sí, el texto de los posts siempre en negro sobre fondo blanco, ya que mis ojos y mi migrañosa cabeza no soportan el blanco sobre fondo negro. Por su parte el formato de la fecha de la cabecera de los artículos es un poco extraña (mm/dd/aa) porque, creyendo que estaba bien, no me di cuenta en su momento; luego, cuando caí en el detalle, ya había pasado demasiado tiempo para modificarlo. Una curiosidad que así lleva 20 años.

2010, primer cambio de imagen

Ante el cambio de estilo que me llevó a convertir Memento Mori de un cítrico blog de opinión a un blog de curiosidades (ver Capítulo 6: El primer libro), en noviembre de 2010 decidí que ya estaba bien de la estética verde y blanca, para proceder a lavarle la cara y quitarle las cascarrias que había acumulado durante aquellos cinco años. Pasada la febrada de los blogs y llegada la de las redes sociales, el antiguo formato se volvía rígido y desfasado, por lo que necesitaba una renovación estética y operativa. Así las cosas, y aprovechando que Blogger había puesto a disposición de sus usuarios nuevas plantillas modernizadas y adaptadas a los primeros smartphones que habían salido, decidí incorporar una plantilla basada en los colores marrones y crema (mis favoritos desde siempre) que seguía utilizando el formato de doble columna anterior. La diferencia principal fue la disposición de fondos de pantalla, optando por un fondo en el que salían unas estanterías con libros que escogí con la idea de representar la auténtica biblioteca virtual de curiosidades en que se estaba convirtiendo el blog. Yo, por mi parte, empecé a salir en el perfil con perilla, ya que fue a partir de agosto de aquel año cuando me la dejé. 

Colores cálidos en 2015

En agosto de 2015, casi cinco años después del último lavado de cara, las redes sociales se habían popularizado totalmente y los smartphones cada vez eran más populares y potentes. Aún así, la gente que navegaba por Memento Mori lo hacía mayoritariamente desde PC, pero la progresiva adecuación hacia blogs que fueran capaces de adaptarse a los nuevos formatos de visionado (televisiones inteligentes, tablets, smartphones...) obligaba a una actualización de la plantilla. De entre las que ofrecía Blogger, decidí seguir con una que permitía mis tradicionales dos columnas pero con la novedad de la disposición de pestañas. Una mejora que permitía convertir el blog en una verdadera página web personal en la que disponer de una pantalla principal que haría de portada y una serie de pantallas secundarias que podría dedicar a otros menesteres, tales como página de contacto, promoción de mis libros o autobiografía. El fondo de libros lo cambié por unas imágenes de tablones de madera rústica para seguir con la coloración marrón-crema y el ambiente cálido.

En 2018 el blog rememora temas históricos

Siguiendo con las actualizaciones, en octubre de 2018 las visitas al blog mediante móviles se habían disparado, llegando a ser hasta del 75%. Eso significaba que el blog tenía que dejar de lado un formato básicamente para ordenadores por otro en que los smartphones se movieran cómodamente y la experiencia de los visitantes fuera óptima, por lo que implanté una nueva plantilla. En este nuevo estilo, -aplicado más de tres años después del último- recompuse un poco las secciones, incorporando nuevas, moviendo otras y eliminando alguna de cara a que no hubiese un cambio excesivamente brusco y fuese igual de correcto en smartphone como en PC. Más que nada porque me toca hacer todo el trabajo con ordenador ya que hacerlo con móvil o tablet es un auténtico coñazo. En lo estético, continué con los colores marrones, pero, en tanto que tocaba temas históricos, cambié el fondo por una imagen vintage de un paisaje.

Imagen desde 2019

Menos de un año después, decidí cambiar la plantilla de nuevo. El estilo de la última no me había dejado del todo convencido y, entre eso, y que había algunas funcionalidades para smartphones que quedaban cojas, en agosto de 2019 me puse manos a la obra. En esta ocasión, lejos de seguir con la gama de colores marrones que había utilizado desde 2010 opté por un estilo totalmente diferente en que el negro sería el color principal. En este nuevo formato, si bien se mantenían las dos columnas, la secundaria pasaba a la parte izquierda de la pantalla, perdiendo parte de su protagonismo original ya que, vista desde un móvil, queda escondida en la columna principal. Una columna principal con acceso a las pestañas y que destaca por la frase de cabecera en gris sobre negro, por los textos de los artículos escritos en negro sobre azul celeste, y por la imagen de una máquina de escribir americana Underwood nº5 de los años 20; máquina con la que aprendí a mecanografiar en los 70 y a la cual tengo un especial cariño. Y es que mi padre, en vez de comprarme una Olivetti como la que tenían mis amigos, me compró una de éstas del año 1928 que encontró en los Encantes. Funcionaba de maravilla, pero pesaba un quintal y no la podía transportar. ¿Solución? Comprarme una Olivetti portátil, ahora sí...¡pero de los años 40! Inconvenientes de tener un padre amante de las antigüedades. 

Sala de máquinas de Memento Mori!

Sea como sea, este es el estilo vigente en el blog desde entonces. Las necesidades de actualización para seguir manteniendo en activo una bitácora digital como esta desde hace tantos años y que permita consultar de forma correcta los casi 1.500 artículos que incorpora su archivo, han hecho que Memento Mori haya ido cambiando poco a poco pero, a la vez, a golpe de saltos cuánticos. Unos cambios que se han implementado conforme que cada vez más amigos y amigas han ido descubriendo mi blog.

Y hablando de amigos, en el próximo episodio os explicaré las amigas y amigos que, en todo este tiempo, han colaborado con Memento Mori. No os lo perdáis.

Continuará...