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La Purlom de Abrera |
Uno de los inmuebles más conocidos y reconocidos por toda una generación de habitantes de la villa bajollobregatina de
Abrera y, sobre todo, por los viajeros del área metropolitana de Barcelona que pasaban por la cercana carretera
N-II, fue el edificio de la empresa
Purlom. Esta fábrica de productos cárnicos afincada en Abrera en 1966, y que revolucionó la vida social del pueblo, utilizaba la pared del
secadero de embutidos que tenía adosado a la factoría como panel publicitario de su marca.
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Purlom revolucionó la Abrera de los 70 (1971) |
La prominente altura del edificio, que le hacía destacar sobre el telón de fondo de la montaña de
Montserrat (
ver La montaña de Montserrat, el icono sagrado catalán que no es una montaña), y la contundencia de un nombre corto dibujado en color
rojo sobre fondo
blanco, hacía que todo el mundo que pasara por delante se fijara en aquel improvisado
cartel. Finalmente, tras el
cierre de la empresa en 1993 y varios años de abandono, el edificio fue
derribado en 2003. Un derribo que, borrando el recuerdo de la fábrica y sus edificios anexos, dejó paso a un solar que se
urbanizó -cómo no- acogiendo un nuevo barrio de viviendas.
El dato: La instalación de la Purlom permitió que, en 10 años, Abrera triplicara su población, que hasta ese momento era de 800 personas y se dedicaban mayoritariamente a la agricultura de la viña.
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Un popular lema que tuvo un gran éxito publicitario |
Y que buenas estaban esas salchichas¡¡¡¡
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