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La Roca de Droc |
La
Roca de Droc es un promontorio de 155 metros de altura formado por areniscas triásicas rojizas del macizo del Garraf-Ordal que se alza allí donde confluyen el río
Llobregat y la riera de Rubí. Este característico accidente geográfico del
Baix Llobregat de cuyo nombre se desconoce el origen, marca la frontera entre Corbera y Pallejà precipitándose en forma de
acantilado vertical sobre la orilla derecha del río. Su singular morfología ha obligado a los caminos e infraestructuras que pasan por las llanas terrazas del Llobregat a
bordearlo, convirtiéndolo en un llamativo punto de referencia paisajístico
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Estrecho embudo para las comunicaciones |
Actualmente, pese a estar desmochado y
agujereado por dos túneles, uno de los Ferrocarriles de la Generalitat (
ver El Carrilet, el querido y versátil pequeño tren del Baix Llobregat) y otro de la carretera N-2, este
peñasco ha sido tradicionalmente un referente tanto geográfico como cultural para los habitantes de las cercanías. Ello queda atestiguado por la existencia de
leyendas que le otorgan cierta fama de mágica y
misteriosa, sobre todo por ser un punto de contacto donde el Llobregat, en
crecida, entraba en contacto directo con la montaña. Crecidas que, dada su inusitada
violencia (
ver La riada de 1971 o la mayor avenida jamás registrada en el Baix Llobregat) han provocado desde la antigüedad gran cantidad de daños y desgracias personales.
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La Roca de Droc a principios del s.XX |
Se cuenta que, unos meses antes de las destructivas avenidas de 1962, un mecánico de origen andaluz que vivía en
Sant Andreu de la Barca iba con su moto camino del trabajo hacia Pallejà. El tiempo era malo, con niebla y frío, cuando al pasar la por la
Roca de Droc notó un peso repentino que le hizo culear la moto. Al girarse para ver qué había pasado, se asustó al ver que
no iba solo. El misterioso acompañante le dijo que no se parara, que prestara atención a la carretera, y que aquel río que estaba a su izquierda pronto sería un
río de sangre pero que, en Sant Andreu, los muertos salvarían a los vivos.
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Vista aérea la Roca de Droc |
Dicho esto el
espectro desapareció y al llegar al trabajo el atemorizado mecánico vio un par de
quemaduras en forma de mano en los hombros de su chaqueta de piel. Ese año, una tormenta hizo que el río produjera una de las peores
inundaciones de las que se tienen noticia. En esta situación, una de las rieras que atraviesan Sant Andreu, la
riera de Canals, también bajaba muy fuerte, pero el auténtico muro de agua que bajaba por el Llobregat hacía temer que la riera no pudiera desaguar en el río e
inundara todo el pueblo. Afortunadamente no fue así. De hecho, la desembocadura de la riera está dominada por un montículo rocoso que está ocupado por el
cementerio de Sant Andreu, y que ese día desvió la corriente del Llobregat lo suficiente como para que la riera pudiera desaguar sin peligro.
Efectivamente, los muertos salvaron a los vivos.
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La Roca de Droc es un relieve llamativo y problemático |
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