Ir al contenido principal

¿Conoces mi último libro?

¿Conoces mi último libro?
Edificis Catalans amb Història (2023)

Última entrada publicada:

La Torre Gran de L'Hospitalet, el bochornoso estado de un patrimonio supuestamente protegido

Betty Lou, el Empire State y un milagro de récord Guinness

Empire State en llamas
El ser humano, en su infinito egocentrismo, tiende a pensar que cuando le pasa alguna cosa mala es porque las estrellas, los planetas y los dioses se han confabulado -no se sabe cómo- todos contra él, sin pararse a pensar en que, la mayoría de veces, somos nosotros con nuestros vicios y malas elecciones, los que nos tiramos piedras a nuestro tejado. Con todo, no siempre pasa así y algunas veces parece que realmente se han puesto de acuerdo, pero no para fastidiarnos, sino para protegernos. Tal fue el caso de una ascensorista del Empire State de Nueva York, la cual tuvo la tremenda suerte de escapar de la muerte, no una sino dos veces en el mismo día, llegando a salir en el Libro Guinness de los Récords por ello. Acompáñeme y le explico la historia de Betty Lou Oliver. No le dejará indiferente.

B-25 Mitchell
Cuando el 11 de septiembre de 2001 los aviones impactaron contra las Torres Gemelas, no era la primera vez que los rascacielos neoyorquinos tenían que lidiar con el impacto de un avión de grandes dimensiones. No. Años atrás, el 28 de julio de 1945, acabada la Segunda Guerra Mundial en Europa, y aún abierto el flanco del Pacífico con un Imperio Japonés luchando contra los aliados como gato panza arriba, un bombardero B-25 decidió estamparse contra el más emblemático de sus rascacielos: el Empire State Building.

Boquete del impacto
El avión, de 20 metros de anchura de alas, 16 metros de longitud y 5 metros de altura, con una tripulación de 3 personas, se dirigía en un vuelo rutinario de transporte de tropas al aeropuerto de Newark Liberty, a unos 25 km de Nueva York, cuando, debido a una intensa niebla que reducía la visión a cero, el piloto erró la trayectoria y se empotró contra el piso 79 del Empire State a 300 km/h.

El impacto fue brutal. El bombardero, al chocar contra la fachada norte del edificio, produjo una bola de fuego debido a la explosión de los depósitos de combustible. Explosión que atravesó todo el piso, matando a los tres tripulantes y a once personas más que estaban trabajando en aquel momento en las oficinas, y a muchas de las cuales dejó achicharradas cual pollos a l'ast. Y es que, la violencia del impacto fue tal que uno de los motores atravesó 6 paredes y, saliendo por la fachada contraria (la sur), destruyó un taller de un artista ubicado en un ático de un edificio cercano. El otro (el B25 era bimotor) cayó por el hueco de un ascensor, al igual que uno de los tripulantes, el cual fue encontrado en el fondo de otro hueco dos días después.

Destrozo interior de la planta
En ese preciso momento, la ascensorista de 19 años Betty Lou Oliver estaba detenida en el piso 80, cuando la tremenda explosión en el piso inferior la expulsó violentamente del ascensor, produciéndole quemaduras y heridas de diversa consideración. De esta forma, envuelta por el fuego proveniente de la planta de abajo, junto a otros trabajadores que estaban en aquel momento en las oficinas de aquel piso, esperaron los equipos de rescate, los cuales, para su fortuna, no tardaron en llegar.

Portada del New York Times
Los rescatadores, al ver el lamentable estado de Betty, decidieron que la mujer tendría que ser evacuada a un hospital en ambulancia. No obstante, para evitar tener que bajar a pie los 1.575 escalones que la separaban de la entrada, no se les ocurrió una mejor cosa que meterla en otro ascensor para que bajase más rápidamente. Y vaya si bajó.

Bajaba sin novedad el ascensor cuando, por el piso 75, los equipos de rescate escucharon un chasquido violento. Los cables habían sido dañados por el impacto del B-25 y, ante el peso de la caja del ascensor, restallaron como un látigo en el momento de romperse. El elevador, con la infortunada Betty Lou Oliver en su interior, había iniciado una caída libre en vertical de más de 300 metros. El ascensor se dirigía a una velocidad endiablada hacia una muerte segura.

Vestíbulo de ascensores
Después de unos segundos de descenso incontrolado, los equipos de emergencias que estaban en las primeras plantas fueron alertados de que algo grave estaba pasando cuando, mezclados con el agudo silbido del aire comprimido desplazado por la cabina, escucharon los denodados gritos de terror de la ascensorista. El estruendo tremendo del choque del ascensor contra el suelo del subsótano les confirmo sus peores sospechas.

Betty Lou y su novio
Cuando llegaron al lugar del impacto, los equipos de rescate vieron el amasijo de hierros, cables y cascotes del ascensor y, tras hacer un agujero en la cabina, pudieron sacar el cuerpo de Betty Lou, sorprendente e inesperadamente, con vida. Un verdadero milagro que le sirvió para entrar de pleno derecho en el Libro Guinness de los Récords como la persona que ha sobrevivido a la caída en ascensor desde más altura documentada.

Milagros a parte (a ver cuanto tarda en salir el cachondo de turno, que nos conocemos)... ¿cómo pudo pasar que la ascensorista se salvara tras 300 metros de caída libre con “tan solo” las piernas y la espalda rotas? Los investigadores difícilmente se lo explican.

Un verdadero milagro
La teoría más aceptada apuesta por que la bajada a todo trapo del ascensor por un hueco que era poco más ancho que él hizo que el aire que le precedía se comprimiera, actuando como un cojín que ralentizó la caída. A esto se le tendría que añadir el cable de compensación, que colgando del suelo de la cabina, al llegar al final hizo de improvisado colchón de recepción, lo justo como para evitar la muerte de la muchacha.

Betty Lou Oliver que, para más inri, era el último día que estaba en aquel trabajo porque había llegado su novio de la guerra y se iba a casar con él, estuvo, finalmente, 4 meses ingresada para sanar de sus heridas. Período pasado el cual, con un par de ovarios, no dudó en volver a subir al ascensor que casi acaba con su vida. Una vida a la que, como la de la persona que escapó de las 2 bombas atómicas (ver La extraordinaria suerte (o no) del hombre que nació tres veces) o la del que sobrevivió a una caída de 5.500 m. sin paracaídas (ver De cómo Nick Alkemade cayó 5500 metros sin paracaídas y sobrevivió para contarlo), si algo no le faltó, fue suerte.

¿Y aún se queja de la suya?


Esquema del impacto del B-25

Webgrafía

Comentarios

  1. Qué interesante la historia de Betty Lou, no la conocía.

    La del B25 que se estrelló contra el Empire State sí, y, por una de estas extrañas casualidades de la vida, precisamente hace unos cuantos días un amigo y yo estuvimos hablando precisamente sobre este suceso, y comentamos que muy posiblemente esto no demostraba la teoría conspiranoica del 11-S (un edificio de principios del siglo XX, construido con la tecnología de aquella época, un avión grande y pesado que choca frontalmente contra él, un incendio, y el edificio sigue en pie aún hoy en día), pero poco le faltaría.

    Me gusta muchísimo tu blog.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que hay gente con suerte y una de ellas fue esta mujer. Interesante historia que nos has relatado. Un saludo

    ResponderEliminar
  3. conocía la historia pero no con tanto detalle,
    Ireneu, cada vez que leo lo que envías, me deleito y sorprendo ante tus conocimientos e investigaciones

    TE FELICITO ; SOS GENIAL¡¡¡¡¡¡¡
    Yo sigo con mi arte queme da tantas satisfacciones

    Cariños
    Noemi Paviglianiti

    ResponderEliminar
  4. Alfredo: Gracias por el comentario, Alfredo. :-)

    Respecto de lo que comentas de la conspiración, puestos a hacer alguna cosa es refutarla. Un B-25 vacío, con 3 tripulantes, no es comparable ni en volumen ni en masa con los que impactaron con las Torres Gemelas, por lo que los daños estructurales fueron infinitamente menores y difícilmente equiparables. Cuestión a parte sería que la solución estructural de las Torres Gemelas y del Empire State son radicalmente diferentes, por lo que estaría por ver si, si las Torres hubieran sido construidas como el Empire, hubieran colapsado como lo hicieron.

    María del Carmen: Al contrario! Muchas gracias a ti por leerme. :-)

    Noemi: Muchas gracias de todo corazón, amiga Noemí. Ya sabes que es todo un placer tenerte por aquí y espero seguir deleitándote con nuevas y sorprendentes historias durante mucho tiempo. ;-)
    Recibe un fuerte y afectuoso saludo! :-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Archivo de Memento Mori

Mostrar más

Más en Memento Mori!

Te recomiendo...