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Aeropuerto del Prat, un aeropuerto con historia |
El
Delta del Llobregat, gracias a su gran llanura y proximidad a Barcelona, fue muy pronto un lugar perfecto para la instalación de un
aeródromo que diera servicio (y negocio) a la capital catalana. Así las cosas, en 1916 se construyó la primera pista de aterrizaje cerca de la laguna del Remolar, en la finca de la
Volateria. Con todo, un par de años después y ya en terrenos de El Prat, se construyó el aeródromo
Latécoère o "Francés" y en 1922 se construye el aeródromo
Canudas, un total de tres aeródromos que, haciendo cada uno la guerra por su cuenta, serán los precursores del actual. Aeródromos que, a medida que vaya creciendo el tráfico aéreo, irán aumentando en importancia y extensión. Mientras tanto, los intentos de formalizar un aeropuerto oficial de
Barcelona irían de aquí para allá según el viento que la
corrupción política del momento marcaba (
ver Barcelona-El Prat o el pelotazo que casi ubica el aeropuerto en L’Hospitalet).
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Aeropuerto del Prat (años 50) |
De esta forma, después de la
Guerra Civil, y aprovechando un proyecto de la Generalitat Republicana, a principios de los años 40 se unificarán los tres aeródromos creando el predecesor del actual
aeropuerto del Prat. De esta manera, en 1948 se construye una segunda pista, transversal respecto a la pista titular, que a partir de entonces pasaría a ser la principal, permitiendo un incremento continuo del tráfico aéreo que llegaría al
millón de pasajeros en el año 1963.
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La ciudad hace crecer y limita el Prat |
En la actualidad, tras las ampliaciones de los años 90 -en previsión de las Olimpiadas de Barcelona- y las de 2008-2009 que añadieron una
tercera pista paralela a la costa y una nueva terminal de más de 500.000 m², el
Aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona-El Prat (...y el último que cierre la puerta) tiene un tráfico de más de 50 millones de pasajeros al año. Una cifra que llegó a su record en 2024 con más de
55 millones de viajeros, superando ampliamente los 52,6 millones habidos antes de la pandemia de
Covid-19. Situación que ha dado alas -nunca mejor dicho- a los defensores de la ampliación a toda costa de la tercera pista. Una ampliación hacia los terrenos naturales de
La Ricarda y del
Remolar que, pese a las
negras expectativas de futuro para el aeropuerto (
ver El aeropuerto del Prat: una ampliación entre el beneficio económico y la asfixia urbanística) los lobbies empresariales ven necesaria. Una ampliación que abriría el aeropuerto del Prat a los grandes aviones transoceánicos que, al comunicar con las economías asiáticas, permitiría alcanzar los 70 millones de viajeros anuales.
La batalla, sea como sea, está abierta.
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Aeródromo de la Volateria (1929) |
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