Buscar en este blog
Todo el mundo conoce el dicho latino de "Carpe Diem", pero casi nadie lo que le sigue: Memento Mori (recuerda que vas a morir). ¿Un olvido colectivo? ¿O el ciego que no quiere ver? Muchas cosas hay en esta vida dignas de olvidar y muchas otras dignas de que se sepan. Sea lo que sea, no te lo tomes muy en serio: Memento Mori!
Última entrada publicada:
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Escrito por
Ireneu Castillo
Cleptomanía deportiva
Si hay algo que asombra de mala manera es la impunidad total con que actúan los “amigos de lo ajeno” en un gimnasio, piscina, o centro deportivo cualquiera, tanto en los vestuarios de hombres como en los de mujeres. A mí que me perdonen, pero o nos estamos volviendo todos locos, o algo se está haciendo mal. No es normal que cada día que vayas a hacer deporte haya a quien le han robado el dinero, el móvil o el reloj, y menos cuando es en un círculo reducido y entre gente conocida. Parece que la histeria de la sociedad actual no haga más que crecer los niveles de cleptomanía hasta niveles demenciales. Del respeto a los demás y la honradez de principios, mejor ya no comentar nada.
Uno puede llegar a entender que alguien pueda robar dinero puntualmente porque le haga falta para poder comer, pero robar en un gimnasio u otro centro, significa que has de pagar por entrar y por tanto tienes una serie de recursos, volviéndose el robo en un mero vicio. Vicio que se confirma en el hecho de que no solo desaparecen cosas de cierto valor, sino que desaparecen absolutamente todo tipo de adminículos a cual más inservible para quien lo roba. Bambas viejas, toallas raídas, sostenes usados, camisetas desteñidas… un botín demasiado ralo para pensar que el ladrón (o ladrona) tiene otro pensamiento diferente que el de hacer mal a quien ha sufrido el robo.
La solución es muy difícil, ya no solo por la poca cuantía del hurto -por el que muchas veces no vale la pena ni de movilizarte-, sino porque la única forma de evitarlo sería la instalación de cámaras de video vigilancia en aquellos sitios donde se producen los robos. ¿Y quien quiere que le estén vigilando su propia intimidad mientras se está duchando? ¿Estaríamos previniendo el robo a costa de promocionar el “voyeurismo” legal? Salir del fuego para caer en las brasas. Mal asunto.
Parece claro, pues, que la única forma de evitar este tipo de comportamientos eficazmente es el prevenir mediante la educación en el respeto, pero mientras que la sociedad esté premiando el comportamiento egoísta del “Apáñatelas como puedas. Todo es válido”, el problema seguirá existiendo. No hay nada más ajeno y lejano que lo que no te pertenece, ni nada más cercano que lo que tienes delante de la mano.
Sólo queda no fiarte de nadie. Orwell no estaba tan equivocado.
Uno puede llegar a entender que alguien pueda robar dinero puntualmente porque le haga falta para poder comer, pero robar en un gimnasio u otro centro, significa que has de pagar por entrar y por tanto tienes una serie de recursos, volviéndose el robo en un mero vicio. Vicio que se confirma en el hecho de que no solo desaparecen cosas de cierto valor, sino que desaparecen absolutamente todo tipo de adminículos a cual más inservible para quien lo roba. Bambas viejas, toallas raídas, sostenes usados, camisetas desteñidas… un botín demasiado ralo para pensar que el ladrón (o ladrona) tiene otro pensamiento diferente que el de hacer mal a quien ha sufrido el robo.
La solución es muy difícil, ya no solo por la poca cuantía del hurto -por el que muchas veces no vale la pena ni de movilizarte-, sino porque la única forma de evitarlo sería la instalación de cámaras de video vigilancia en aquellos sitios donde se producen los robos. ¿Y quien quiere que le estén vigilando su propia intimidad mientras se está duchando? ¿Estaríamos previniendo el robo a costa de promocionar el “voyeurismo” legal? Salir del fuego para caer en las brasas. Mal asunto.
Parece claro, pues, que la única forma de evitar este tipo de comportamientos eficazmente es el prevenir mediante la educación en el respeto, pero mientras que la sociedad esté premiando el comportamiento egoísta del “Apáñatelas como puedas. Todo es válido”, el problema seguirá existiendo. No hay nada más ajeno y lejano que lo que no te pertenece, ni nada más cercano que lo que tienes delante de la mano.
Sólo queda no fiarte de nadie. Orwell no estaba tan equivocado.
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Archivo de Memento Mori
Archivo de Memento Mori
-
-
-
-
- El ejemplo mariposa.
- Cleptomanía deportiva
- ¡Y llegó el circo!.
- Miedos aereos, sentimientos terrestres
- Nubes de cemento armado.
- La igualdad de la diferencia
- Hoy, cuento: ¡Que hay prisa!
- Egoismo político y social.
- El obsoleto dinosaurio de la pesca
- Las agujereadas arcas del incivismo
- Naturaleza antiespeculativa.
- Hoy, cuento: El trabajo.
- Avenidas de mortal ignorancia.
- Un trabajo bien hecho
- La lejanía de los sentimientos comunes.
- La dura caza del alma
- Indignantes cortinas de humo
- La sospechosa amenaza del lobo.
- Tiburones con piel solidaria.
- Las infaustas mujeres-chicle
- Hombres con máscara de perro.
-
-
-
-
-
-
-
-
-
Más en Memento Mori!
Te recomiendo...
Escrito por
Ireneu Castillo
Ferran Adrià, el genio hospitalense de los fogones
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Escrito por
Ireneu Castillo
La capilla de Collblanc, la ermita barroca escondida entre platos de sushi
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Scape95: de aqui a unos años respeto será sinónimo de utopía. Penoso.
Oserlaj: La gentuza es como las cucarachas, están por todos lados, y por mas que matas, siempre salen más. Ahora te han volado 20 euros, osea que a partir de ahora, de llevar encima, ni un euro. Es duro, pero es así, pero por cuatro gilipollas te obligan a tomar una serie de medidas que no tendrías porque tomarlas. En fin...
Ah! y lo has dicho muy bien, compi! ;-)