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Todo el mundo conoce el dicho latino de "Carpe Diem", pero casi nadie lo que le sigue: Memento Mori (recuerda que vas a morir). ¿Un olvido colectivo? ¿O el ciego que no quiere ver? Muchas cosas hay en esta vida dignas de olvidar y muchas otras dignas de que se sepan. Sea lo que sea, no te lo tomes muy en serio: Memento Mori!
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Escrito por
Ireneu Castillo
Hombres con máscara de perro.
Ser un amante de los animales habla bastante a favor de la sensibilidad de las personas que poseen este sentimiento. Tener un perro o un gato, o un pájaro en buenas condiciones, indica además una persona con cierto grado de responsabilidad respecto lo que le rodea. Sin embargo, pocas veces podemos ver reflejado con tanta exactitud la parte más oscura del alma humana como en el mundo de los perros.
Si miramos con detenimiento las razas que hay de este ser viviente de diseño humano próximo al lobo, nos quedaremos estupefactos de la cantidad de perros que han sido diseñados para la lucha y para la intimidación, aprovechando sus cualidades violentas y su carácter gregario. Pit-bulls, boxers, dobermans, bulldogs, mastines napolitanos, presas canarios, rotweilers…y mil razas más de mil tamaños diferentes diseñadas –para desgracia del animal- exclusivamente para saciar el sadismo humano al hacer luchas entre perros o entre perros y toros u otros animales, o bien para servir de elemento intimidatorio allí donde la valentía humana flaquea.
Durante milenios, los perros han servido en las faenas del campo como ayudantes fieles de los cazadores o granjeros, sin embargo, ahora que las faenas del campo están desapareciendo, ya sea por la mecanización o por simple fiebre urbanista, el perro se está convirtiendo (lejos de su principal función originaria) en un mero objeto decorativo, o lo que es peor, en el “segurata” violento y fiel -pero sobretodo violento- con el que establecer una “guerra fría” con el hostil vecindario. El miedo a los demás en esta sociedad egoísta y narcisista está dando pingües beneficios a los criadores de estas razas agresivas.
Sin embargo, hemos de recordar que no son robots, ni personas, sino animales, y su instinto les lleva continuamente a la palestra informativa por los incidentes que se producen. Heridos graves e incluso muertes gratuitas de niños y mayores por los ataques descontrolados de estos perros creados para matar, son los peajes que hemos de pagar todos por que unos cuantos se encuentren “más seguros”. Estos nobles animales están siendo utilizados y modificados genéticamente, con graves perjuicios para la salud del propio animal, la mayoría de las veces para superar las carencias y complejos –muchos de ellos graves- de sus propios dueños. Un “¡es manso!” es la delgada línea roja que separa un juguete de un arma mortífera.
Un perro es un amigo fiel con múltiples cualidades, unas buenas y otras malas, que se han de reconocer y asumir. El jugar a dioses creando razas de perros cuyo único fin es utilizar unos animales inocentes como soldados o como armas en manos de los humanos es una canallada para con ellos.
Si miramos con detenimiento las razas que hay de este ser viviente de diseño humano próximo al lobo, nos quedaremos estupefactos de la cantidad de perros que han sido diseñados para la lucha y para la intimidación, aprovechando sus cualidades violentas y su carácter gregario. Pit-bulls, boxers, dobermans, bulldogs, mastines napolitanos, presas canarios, rotweilers…y mil razas más de mil tamaños diferentes diseñadas –para desgracia del animal- exclusivamente para saciar el sadismo humano al hacer luchas entre perros o entre perros y toros u otros animales, o bien para servir de elemento intimidatorio allí donde la valentía humana flaquea.
Durante milenios, los perros han servido en las faenas del campo como ayudantes fieles de los cazadores o granjeros, sin embargo, ahora que las faenas del campo están desapareciendo, ya sea por la mecanización o por simple fiebre urbanista, el perro se está convirtiendo (lejos de su principal función originaria) en un mero objeto decorativo, o lo que es peor, en el “segurata” violento y fiel -pero sobretodo violento- con el que establecer una “guerra fría” con el hostil vecindario. El miedo a los demás en esta sociedad egoísta y narcisista está dando pingües beneficios a los criadores de estas razas agresivas.
Sin embargo, hemos de recordar que no son robots, ni personas, sino animales, y su instinto les lleva continuamente a la palestra informativa por los incidentes que se producen. Heridos graves e incluso muertes gratuitas de niños y mayores por los ataques descontrolados de estos perros creados para matar, son los peajes que hemos de pagar todos por que unos cuantos se encuentren “más seguros”. Estos nobles animales están siendo utilizados y modificados genéticamente, con graves perjuicios para la salud del propio animal, la mayoría de las veces para superar las carencias y complejos –muchos de ellos graves- de sus propios dueños. Un “¡es manso!” es la delgada línea roja que separa un juguete de un arma mortífera.
Un perro es un amigo fiel con múltiples cualidades, unas buenas y otras malas, que se han de reconocer y asumir. El jugar a dioses creando razas de perros cuyo único fin es utilizar unos animales inocentes como soldados o como armas en manos de los humanos es una canallada para con ellos.
Ellos no lo harían. El hombre, una vez más, sí lo ha hecho.
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Me considero un amante de los animales, y precisamente porque me encantan los perros no puedo concebir ese maltrato soslayado hacia estos animales mediante experimentos genéticos con los que se crean fieras. ¡Que se compren una alarma, coño!
ResponderEliminarEs terrible lo que cuentas, sobre todo porque tienes razón.
ResponderEliminar¿Leiste que los yanquis amaestran delfines para matar a buceadores-terroristas? Al parecer les instalan un arma y les enseñan a disparar. Decían que, tras el paso del "Katrina" algunos de estos delfines se habían escapado... con sus armas "al cuello".
OJO: El Bulldog no está considerado entre las razas peligrosas por el único motivo de su defecto respiratorio.
ResponderEliminarPero sí que se trata de una raza diseñada por el hombre, sólo son capaces de ser fecundados por inseminación artificial y paren por cesárea.
Una pena, pero son adorables, y ya no tienen carácter fiero
Sean de la raza que sean, el seguir viendo tantas mierdas de perro en la calle me hace cuestionarme muy seriamente la capacidad de según que personas para encargarse de un animal de compañía...
ResponderEliminarCeci, el Bulldog es un claro ejemplo de lo que digo, el pobre animal es un buenazo, pero lo han diseñado para la lucha contra los toros -de ahí lo de bull dog- para saciar el sadismo humano, sin mirarse a ver que el pobre bicho tiene unos problemas de salud impresionantes. Yo lo que quería referirme es que el salvajismo -cobarde- de los hombres lo han trasladado a unos animales inocentes.
ResponderEliminarpues sí, los seres humanos somos de lo peor. no se si has leído mi último post en el que trato (siempre con ironía) el tema del abandono animal y la desídia de las administraciones.
ResponderEliminarEs cierto, ellos no lo harían
Hola (otra vez) acabo de leer el comentario que has dejado en mi blog, y no he podido aguantarme: chato, dices verdades como puños.
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