La silenciosa y olvidada amenaza de las Rieras de L'Hospitalet
Inundación en la Ctra. del Mig (2024) |
Una de las preguntas que más insistentemente me han hecho en estos últimos días era si L'Hospitalet podría padecer unas riadas como las de Valencia con la DANA del 29 y 30 de octubre de este año, y mi respuesta siempre ha sido la misma: No, pero sí. No, porque la geografía no es como la valenciana; pero sí, porque es un terreno propicio a inundaciones desastrosas. Y es que L'Hospitalet, por mucho que los más jóvenes y/o recién llegados a esta ciudad "de acogida", hayan tenido la suerte de no vivirlo, siempre ha sido un terreno problemático en cuanto que han caído cuatro gotas.
Cuencas de las rieras de L'Hospitalet (1900) |
El territorio municipal de L'Hospitalet se mueve entre la parte de montaña (el Samontà, estribaciones de la montaña de Sant Pere Màrtir, Collserola) y la parte baja conocida como Marina, por estar formadas por los sedimentos que, desde tiempo de los romanos, ha ido depositando el río Llobregat al mar en forma de un delta que se extiende desde Montjuïc hasta el Garraf (ver El Samontà y la Marina, el desconocido origen del alma de L'Hospitalet). Esta peculiar topografía que hace que, en menos de 4 kilómetros se pasen de los 389 metros de Sant Pere Màrtir a los 8 de la Avenida del Carrilet, provoca que el agua que cae en las faldas de Collserola se encuentre con una pendiente del 10%, por lo que este agua adquiere unas velocidades bárbaras. Un agua torrencial que, al llegar al llano, se ve de golpe frenada por encontrarse con un delta extraordinariamente plano (tan solo un 0,1% de desnivel), estancándose e inundando todo lo que pilla. La diferencia con Valencia es que, si bien el desnivel de nuestras rieras y torrentes es mucho mayor que las valencianas (la Rambla del Poio tiene solo un 1,33%), las cuencas son mucho más cortas, por lo que la capacidad de llevar agua está más limitada. No obstante, ello no impide que, como saben los registros históricos, hasta la más pequeña tenga la capacidad de llevar varias veces lo que lleva el río Llobregat en un día cualquiera.
No obstante...¿conoce qué rieras y torrentes ponen en riesgo la ciudad de L'Hospitalet? Algunas, seguro que le sonarán, pero seguro que no todas. A continuación, procederé a presentarle estas bombas hidrológicas en potencia que, de poniente a levante y en dirección norte-sur, atraviesan calladamente el territorio hospitalense:
La Riera de la Remunta
Batiports en la Ctra. de L'Hospitalet (2022) |
Esta riera es la más pequeña de todas las que atraviesan el municipio, con una cuenca de tan solo 0,15 km², aunque hablar de ella en presente es ciertamente osado. La riera de la Remunta tenía su cabecera en lo que es hoy el campo de la U.E Sant Ildefons, delante de los edificios conocidos como "la media luna" del barrio de Sanfeliu, bajando desde aquí hasta la Carretera de L'Hospitalet, y haciendo de límite físico entre L'Hospitalet y Cornellà. Un trayecto de unos 700 m con una pendiente de un 7,94% que pasaba por debajo de la vía del ferrocarril, por encima del Canal de la Infanta y pasaba mojando los muros exteriores del Cuartel de la Remonta hasta ir a morir al nivel de la antes mencionada Carretera de L'Hospitalet. La construcción de la Ronda de Dalt, del campo de fútbol del Sant Ildefons y la urbanización del espacio de La Remunta han canalizado, derivado y desdibujado totalmente la cuenca hidrológica de tan pequeña riera. Un torrente que otrora provocaba inundaciones en el tramo entre la Plaça de la Remunta en L'Hospitalet y la Rambla Solanes en Cornellà, como los restos de los batiports de algunas casas lo atestiguan, pero que hoy ha pasado a ser un mero recuerdo.
La Riera de l'Escorxador
Riera del Canyet (subida a Sanfeliu) años 60 |
Conocida por este nombre en su tramo desde la Av. Josep Tarradellas hasta el Carrer Major al pasar bordeando el antiguo matadero (lo que es hoy el Poliesportiu del Centre), esta riera es la continuación de la Riera del Canyet, un torrente que baja por la calle homónima y que, recogiendo el agua del barrio de Sanfeliu, tenía su origen en Esplugues, cerca de la Carretera de Cornellà. Y digo "tenía" porque con la construcción de la trinchera de la Ronda de Dalt durante los 90 se partió en dos los 0,32 km² de la antigua cuenca hidrográfica. Ello significó que la parte por encima de la Ronda vierta al torrente de Can Nyac y sea tan solo la parte de abajo (con 0,1 km² y un 4,98% de desnivel) la que drene hacia el antiguo trazado. Sea como sea, este torrente, a partir de la calle Mayor, tiene su continuación en el colector llamado "Vall del Poble" que resigue la calle Francesc Moragas hasta internarse en la Marina.
La riera de l'Escorxador, a su paso por Can Riera |
Antiguamente, el caudal cuando llovía era bastante importante, por lo que, para acceder a Can Riera desde la calle Xipreret, se tenía que cruzar un pequeño puente que atravesaba su cauce. Calle que, en época de avenidas, servía como aliviadero de la riera de l'Escorxador (que podía llegar a llevar escorrentías de hasta 6 m³/s), produciendo inundaciones en la zona de la Remunta y la parte baja de la calle Mayor por la existencia de un cono de deyección que vertía el caudal excedente hacia esas zonas.
La Riera de la Creu
Entrada a Can Buxeres (2017) |
Aquí empezamos a tocar las grandes "bestias pardas" de L'Hospitalet. La riera de la Creu, llamada así por la cruz de término que había en la zona que hoy es el Casino del Centre, en la intersección de este torrente (hoy calle) con la calle Enric Prat de la Riba, abasta una cuenca hidrográfica de 2,1 km² que se origina en la falda de Sant Pere Màrtir. Para ser exactos, esta riera es la suma de dos pronunciados torrentes que atraviesan Esplugues: el torrente de Esplugues o Can Nyac (de 3,6 km de trayecto) y el de Can Clota (2,8 km). Unos abruptos barrancos que discurren paralelos por el piedemonte y que se unen en lo que es hoy la entrada al parque de Can Buxeres para formar la Riera de la Creu a partir de su confluencia con la Av. Josep Tarradellas.
Riera de la Creu al descubierto desde el Carrilet |
A partir de este punto, la riera, convertida en una calle, serpenteaba entre las casas, las cuales tenían que protegerse de las torrentadas levantando muros a lado y lado del cauce (ver La eficaz y desconocida muralla de L'Hospitalet) para evitar los daños. Unas defensas que fueron útiles hasta 1928 cuando se entubó en todo el tramo urbano con un cauce subterráneo de 3,5 metros de ancho por 1,75 m de alto -capaz de aguantar, al menos a priori, hasta 70 m³/s- hasta lo que hoy es la Av. Carrilet. Cubierto con un cajón de cemento hasta pasado Bellvitge en 1975, su traza reseguiría lo que es hoy la Rambla Marina, si bien ello no evitaría nuevas inundaciones. Valga como ejemplo que, el 11 de noviembre de 1983, el tramo desde Av. Carrilet hasta Bellvitge se inundó debido a que el cauce entubado (y situado a un nivel superior al nivel de calle) no dio abasto y todas las tapas de alcantarilla saltaron con la fuerza del agua.
La Riera dels Frares
Recorrido de la Riera dels Frares |
Con su cabecera situada en lo que hoy es el centro comercial Finestrelles, en Esplugues, esta riera tiene una cuenca de 0,83 km² y en sus 2,2 km de recorrido hasta la Av. Carrilet (que le da un desnivel de 3,73%) atraviesa el barrio de Can Vidalet, el de Pubilla Cases a través de la Av. Severo Ochoa, el parque de Les Planes, pasando por la puerta del Cementerio y bajo las vías del tren. A partir de aquí el trayecto queda fosilizado entre las casas hasta cruzar C/ Enric Prat de la Riba, formando una prominente joroba en la calzada que se estira hasta Bellvitge. Conocida por su nombre tradicional de Torrent Capó, se conoce también como Riera dels Frares por un convento cercano que había y, desde 1852, también como Riera del Cementiri, al pasar tocando el camposanto hospitalense que fue trasladado al emplazamiento actual en esta fecha.
Riera dels Frares por el Parc de les Planes |
Es una riera que ha desaparecido totalmente tragada por la gran urbe, si bien sigue su cauce original. Esto comporta que, en episodios de grandes diluvios, la inundación de la zona comprendida entre la joroba antes comentada y la Av. de la Fabregada sea poco menos que obligada, al quedar el cauce de la riera por encima del nivel de la calle y formar una marcada depresión. No en vano los edificios (incluso algunos modernos) disponen de "batiports" o están elevados un par o tres de escalones. Y es que los caudales de hasta 20 m³/s que puede llegar a llevar con lluvias de 100 l/m² por hora, en un relieve plano como este, son muy difíciles de gestionar por la red de alcantarillado. Valga como referencia que, hoy 25 de noviembre, el Llobregat, a su paso por Sant Joan Despí lleva 4,88 m³. Ahí es nada.
El Torrent del Lloro
Paso del Torrent del Lloro bajo la vía |
Esta riera, con 950 metros de recorrido, es una de las más desconocidas de todo L'Hospitalet, pese a que drena todo el barrio de La Florida-Les Planes. Su "nacimiento" se situa en su origen en la cabecera de la calle Primavera, a tocar de la Av. Isabel la Católica, y su cauce reseguía esta calle y la calle Garrofers, hasta pasar por debajo de las vías del tren de la línea de Vilafranca por un pequeño puente donde toma la calle Canigó. A partir de aquí la riera forma un prominente cono de deyección (por eso la Av. Josep Tarradellas sube y baja en su cruce con la calle Canigó) y se dirige hacia la Av. del Carrilet donde desemboca en el Torrente Gornal. Su trayecto, totalmente entubado, urbanizado y desnaturalizado, drena una cuenca de 0,35 km² con una pendiente del 3,36% y es, junto con su hermano mayor el Torrente Gornal, uno de los culpables de inundar el paso inferior del Puente de la Vanguard en los días de fuertes aguaceros.
El Torrent Gornal
El Torrent Gornal inundado en 1964 |
Nacido directamente de la cima de Sant Pere Màrtir, el Torrente Gornal hacía de colector de las diversas rieras y barrancos que bajan directamente desde su vertiente occidental y sur, atravesando Finestrelles y mojando los pies de Can Rigalt. A partir de aquí, pasa por debajo de la Carretera de Esplugues, encara la divisoria entre el barrio de Collblanc-Torrassa y La Florida resiguiendo la avenida homónima hasta la avenida del Carrilet y adentrándose en la llanura de La Marina por el conocido barrio del Gornal. Esta riera, de un recorrido de 3,9 km hasta la cota 25 y una cuenca de 2,92 km², ha sido foco de inundaciones recurrentes durante la historia debido a la gran superficie que drena y a la pronunciada pendiente del 8,69% que tiene, que la ha convertido en una de las rieras más problemáticas de L'Hospitalet. Un torrente que, en época de fuertes aguaceros se ha desbordado por la zona de Sant Josep inundando el Gornal, Bellvitge y Pedrosa debido a la falta de pendiente en esta zona. Actualmente, toda la red hidrográfica del Torrente Gornal ha sido canalizada y urbanizada (por tanto, impermeabilizada) a excepción de los relieves más altos de Sant Pere Màrtir, lo que, con unos caudales teóricos de hasta 70 m³/s con lluvias de 100 l/m² por hora, convierte esta riera en una auténtica bomba de relojería en caso de DANAs.
La Riera Blanca
Puente de la Riera Blanca (1925) |
Y, para finalizar, con una cuenca de 15 km² y una pendiente del 5,84%, la Riera Blanca es el Amazonas de las rieras de L'Hospitalet, aunque solo recoja las aguas de 0,5 km² de nuestro territorio. Límite entre L'Hospitalet y Barcelona, esta riera drena una gran extensión de terreno que va desde la vertiente oriental de Sant Pere Màrtir, siguiendo por toda la cresta de Collserola hasta Vallvidrera, recogiendo las aguas de las rieras que atraviesan los antiguos pueblos de Pedralbes, Sarrià, Les Corts y Sants, así como la de los barrios hospitalenses de Collblanc y la Torrassa. Toma el nombre de "Riera Blanca" porque al cruzar los afloramientos de rocas blancas del Plioceno que hay de Pedralbes a Collblanc, los sedimentos que transportaba eran de color blanco. Una característica que contrastaba con las rojas arcillas cuaternarias que son la norma general del piedemonte de Barcelona y de nuestro Samontà.
Riera Blanca esquina Ronda Torrassa (años 70) |
La Riera Blanca, en tanto que canaliza las aguas de torrentes como la riera de Torre Melina, de Escuder, de Can Caralleu, de Pedralbes e incluso parte de la red hidrográfica de Montjuïc, tiene la capacidad de sufrir grandes y súbitas crecidas que, tradicionalmente, han producido graves inundaciones en la zona de Santa Eulàlia, Granvia Sud y Paseo de la Zona Franca. Sobre todo a partir de lo que es hoy la plaza Cerdà, ya que en este punto recibe por la izquierda las aguas de la Riera de Magòria, que es su mayor afluente desde que esta riera fuera desviada en el siglo XIV hacia la Riera Blanca para que no afectara las murallas de Barcelona.
Edificios de Residencial Granvia inundados (1984) |
Sea como sea, y como pasa a todas las otras rieras de la ciudad, su cauce natural ha sido absolutamente modificado y alterado por la mano del hombre a excepción de los tramos más altos y elevados, donde la construcción se hace casi imposible. Ello provoca que, toda la cuenca, haya sido impermeabilizada y que el desnivel haga que las aguas bajen con una gran virulencia, con caudales que podrían superar los 350 m³/s ante lluvias de 100 l/m² por hora.
Barrio de Sant Josep inundado en 2016 |
En conclusión, los barrios situados por debajo de la vía del tren de la línea de Molins de Rei, han sido históricamente zonas muy conflictivas por las inundaciones provocadas por todas estas rieras que bajan del Samontà. Unas rieras que siguen siendo un peligro latente, a pesar de que desde los años 80 del siglo XX han sido canalizadas y se han construido grandes colectores pluviales (muchos de ellos basados en el trazado de la antigua red de acequias del Canal de la Infanta) que llevan el agua de los grandes aguaceros por la Zona Franca al río Llobregat y a la depuradora del Prat.
Colector obstruido por toallitas en Valencia (2019) |
No obstante, el hecho de que, en L'Hospitalet, la red de alcantarillado y de aguas de lluvia vayan todas por los mismos conductos (es unitaria), hace que, en un escenario en que los episodios de lluvias torrenciales están aumentando y la impermeabilización del terreno supera el 85%, las posibilidades de colapso de toda la red de evacuación de estas aguas pluviales aumenten de forma exponencial.
Balsa de laminación de la Torre Gran (2017) |
Las grandes infraestructuras realizadas hasta la fecha, como colectores de hasta 15 metros de ancho, interceptadores o la balsa de laminación de la Torre Gran, han conjurado hasta ahora las rieradas que, como las del 1983, produjeron grandes daños por debajo de la línea del Carrilet. Sin embargo, los grandes volúmenes de lluvias en un corto espacio de tiempo y la aparición de la grave problemática de los atascos producidos por las toallitas tiradas por el retrete, pueden hacer que todas las medidas de prevención no sirvan prácticamente para nada. Si, encima, nos encontramos que la red pluvial hospitalense no dispone de ningún gran depósito de retención de aguas de lluvia, como sí tienen en Barcelona, el riesgo de padecer serias inundaciones ante episodios de DANAs como los pasados en Valencia se convierte en una amenaza palpable y preocupante.
Una amenaza histórica que merece la pena conocer... y de tener en cuenta.
Inundación en la calle Independencia de Santa Eulàlia (1983) |
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