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La Colonia Güell |
La historia de la
Colonia Güell comienza en 1890, cuando el industrial Eusebi Güell, harto de la
conflictividad laboral de la Barcelona de finales del XIX (eso de que los obreros reclamen sus derechos, es una cosa que siempre ha molestado a los empresarios,
ver La trascendente fealdad del Transformador de la Torrassa), decide cerrar la fábrica "
Vapor vell" de Sants y llevar su producción de panas a una nueva fábrica ubicada en la finca de Can Soler de la Torre, en
Santa Coloma de Cervelló, un pueblo situado a 12 km de la capital pero que entonces quedaba en las quimbambas.
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Plaza Joan Güell con una escultura a Eusebi Güell |
A partir de aquí, el nombre de
Güell estará irremediablemente ligado a este espacio particular donde durante los años siguientes se construirá, no sólo una de las
colonias industriales más famosas y bellas de Catalunya, sino una serie de edificaciones singulares ligadas a la vida cotidiana de sus trabajadores. Edificada durante la época modernista,
Eusebi Güell encargó al arquitecto
Antoni Gaudí la construcción de un complejo industrial textil con las últimas tecnologías del momento y los servicios sociales adecuados para los
obreros de la fábrica.
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Interior de la Cripta Gaudí |
Así las cosas, además de los diversos edificios industriales, se levantaron edificios particulares que acogieron desde el médico, pasando por la cooperativa de consumo, el teatro, escuelas, locales sociales... construidos básicamente con
ladrillo visto sin rebozar. Especialmente destacable era el genial proyecto de la
iglesia parroquial, obra personal de Gaudí, que debía ser un banco de pruebas para nuevas técnicas constructivas que después serían aplicadas en el templo de la
Sagrada Familia de Barcelona. Sin embargo, Gaudí sólo pudo construir su cripta, dado que la muerte de
Eusebi Güell y la negativa a seguir con el proyecto de los herederos (se conoce que no estaban mucho por pagar modernismos) le obligaron a abandonar las obras.
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Edificio modernista de Ca l'Ordal |
La
Colonia Güell, en tanto que era una auténtica ciudad en pequeño, continuó su labor productiva textil hasta 1973, cuando la familia
Bertrand y Serra, propietaria de la colonia desde 1945, cerró la fábrica y vendió todo a varias empresas, a los propios
trabajadores y al ayuntamiento. Con el tiempo, la fábrica se ha convertido en un polígono industrial y las viviendas en un centro urbano con un marcado
carácter propio en el que viven unas 750 personas. Un patrimonio monumental excepcional que fue reconocido, en su conjunto, como
Bien Cultural de Interés Nacional en 1990, en tanto que la Cripta Gaudí fue declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005. Un verdadero orgullo para el tan sufrido patrimonio histórico del Baix Llobregat.
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Vista aérea de la Colònia Güell (s.XX) |
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