La turbia agua del trasvase.

Que un trabajador luche por mantener su puesto de trabajo, lo encuentro encomiable y hasta necesario. Sin embargo, ayer en Murcia, lo que se solicitaba en aquella politizada manifestación (por cierto, que sindicalista se ha vuelto ahora la derecha) ronda la poca vergüenza. Una cosa es que la zona, agrícola desde siempre, esté pasando por un mal momento debido a la sequía periódica -la cual cosa es inherente a la vida rural y más si es a orillas del mediterraneo- y otra es que se sontenga unas explotaciones agrícolas no lícitas -aunque legales- a base de sacrificar a los demás. Eso no.

El problema hidrológico de las vegas del Segura, es ante todo, político y de echarle jeta al asunto de mala forma. ¿Porqué en una zona que padecía por la ausencia de agua ya hace más de100 años, se permite el crecimiento de miles de hectareas de regadio cuando no hay agua para regarlas? ¿Porqué a cada noticia de posibles trasvases, los terratenientes ponian cada vez más tierras en regadío cuando NO HABÍA agua para regar? ¿Porqué los regantes tradicionales de la vega del Segura (con derechos desde la época de Alfonso X El Sabio) han visto cada vez más mermados sus caudales pese a los trasvases?

El asunto del agua en esa zona se ha convertido en un asunto MAFIOSO y que supera con creces la imagen de unos pobres agricultores que no tienen agua para sus arbolitos. Justo es esa imagen la que explotan los terratenientes, dar el estatus de REGADIOS INSUFICIENTES a sus campos de nuevo regado para tener preferencia en las concesiones de nuevos regadios ante las perspectivas de nuevos trasvases. Lo que se están muy mucho de decir al publico las autoridades murcianas es que muchos de esos "aguatenientes" están vendiendo el agua en el mercado negro a un precio muchas veces superior al precio de coste, con lo que a cuenta del sacrificio de otras comunidades, y con la excusa de la agricultura, se están llenando los bolsillos y, lo que es peor, dejando sin un agua NECESARIA a las comunidades de regantes tradicionales. Justo aquellos regantes que, hasta principios de siglo XX, lucharon a morir para evitar la concesión de nuevos regadios que afectara al conjunto de los regadios existentes hasta la fecha.

Lo que me resulta más indignante e insoportable es la imagen de los capitostes peperos, intentando "vender" la necesidad de agua apelando a la mala conciencia nacional para, de esta forma, favorecer a los terratenientes -algunos empezaron a roturar zonas semideserticas para blanquear dinero con la entrada del euro-, desfavoreciendo a los que más derecho tienen sobre el agua y, de paso, propagar su ideologia nacionalista española y erosionar a un gobierno que no favorece a sus turbios intereses económicos.

Sr. Rajoy... ¿Que tendrá esa lechuga que enseñó, que tiene para usted más valor que los derechos de las personas homosexuales?